El testimonio de la política y activista por los derechos humanos Shukria Barakzai es solo una muestra de la imperdonable desorganización con la que se ha llevado a cabo la evacuación de las personas en riesgo en Afganistán. Tras una semana de idas y venidas, de súplicas de ayuda y de gestiones por las denominadas redes informales, Shukria y su marido lograron salir de Kabul y dirigirse a Gran Bretaña donde les aguardaban sus cuatro hijos y su madre. Una semana de pesadilla para una mujer amenazada por su perfil público y por su lucha por los derechos de sus compatriotas. Me quedo con su último comentario: ¿de qué han servido los veinte años de esfuerzo para construir una nueva sociedad y reconstruir su país si los talibanes han arrasado con todo en cuestión de semanas?
Pues, aparentemente de poco o nada. Como han comentado otros afganos exiliados, la generación más preparada, los jóvenes con formación, aquellos que estaban iniciando la recuperación, han sido los primeros en huir porque son los que más probabilidades tienen de rehacer su vida en el exterior. Una fuga de cerebros en un país donde precisamente más se necesitan y ello porque los talibanes odian todo aquello que significa cultura, formación, progreso.
Y ello a pesar de que el traslado de los colaboradores y las personas con el perfil de más riesgo ha sido una odisea y de que, aunque se ha intentado rescatar al mayor número posible, es evidente que son muchos más los que se van a quedar atrás. Para empezar, la mitad de la población: todas las mujeres que ya han desaparecido de las calles y de la vida exterior. Pero si la llegada de los talibanes al poder es una de las peores noticias de este año, y eso que ya llevamos unas cuantas, el atentado que ha tenido lugar en el aeropuerto de Kabul nos ha dado la puntilla. Dáesh, el autodenominado Estado Islámico, ha puesto una bomba que ha causado la muerte a más de un centenar de civiles. Por desgracia, el temor que compartí en un artículo a principios de este mes, poco ha tardado en hacerse realidad. Dáesh ya ha actuado en Afganistán, veremos cuánto les lleva regresar a Occidente.