No soporto a los tragedias

César Casal González
césar casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Beldad

03 oct 2021 . Actualizado a las 10:44 h.

No puedo con los tragedias, que van mucho más allá que los pesimistas del vaso medio vacío de toda la vida. Los pesimistas del vaso medio vacío, en vez de pensar que se han bebido la mitad y que todavía les queda el resto para disfrutar, se ahogan en ese fondo, porque les da la gana. Los tragedias, que están en todos los órdenes de la vida, son mucho peores. Lo que te bebiste era veneno. Y el resto es polonio radiactivo que acabará contigo y el resto de la especie en los próximos meses. Los tragedias están encantados con lo que consideran señales: la pandemia, el volcán...

Circula un vídeo por Internet que les animo a no ver. Los abonados al catastrofismo vienen a decir en imágenes que lo de La Palma terminará en una explosión gigantesca que hundirá la isla y provocará un tsunami monstruoso que anegará las dos costas del océano Atlántico. La nuestra y la de América. El principio de fin. Ya habrán leído conclusiones parecidas en otros foros radicales. Como con la pandemia. Nos estamos cargando el planeta. El magma es la sangre de la Tierra. Todo está conectado. Ahora el volcán de Hawái, la Tierra se rebela contra el castigo que le aplicamos con nuestro modo consumista, salvaje, sin medida. No aprendimos con el azote del covid y tampoco nos enseñará nada la catástrofe de Canarias, las bocas de Cumbre Vieja vomitando la destrucción de la lava.

No les digo que no. Solo pienso que amarguen a otros. A los seres normales, de a pie, nos alcanza con el cambio de hora que nos tocará a final de mes, con la llegada del otro humo gris, el del otoño, que es muy bello, pero también demasiado melancólico, como para ponernos otra vez a echarle a la culpa a todo y a todos. Solo tenemos el presente, ese regalo. El que no sepa que estamos de prestado es que no se entera.

A los cazavolcanes, que vibran con la erupción y que claman por una rebelión subterránea del magma que terminará por asolarlo todo, les digo lo mismo que a los que todavía creen que Bill Gates nos ha inyectado sus microchips con la vacunación masiva y que solo somos robots en manos de su corporación. Ni los expertos saben con exactitud lo que sucederá mañana. Lo siento, pero el guion del futuro no lo escribe nadie. No existe. Hablar de nuevas glaciaciones porque ya las hubo es ficción, a fecha de hoy. Agárrense más al día, la única certeza que tenemos por delante, a las horas que pisamos, y déjense de meter miedo a todo el mundo.

Lo de La Palma ha generado suficiente destrucción con nombres y apellidos como para ponernos a clamar por más bocas, por más lava, por las dos orillas del océano Atlántico sumergidas bajo las aguas de un destino apocalíptico.

La pandemia nos ha hecho mucho daño. Muchos han perdido seres queridos, irreemplazables todos ellos. Nos han encerrado. Han pisoteado nuestros derechos. Todavía más de medio mundo está sin vacunar. No hemos salido de esta. No es el momento de anticipar que esta erupción de lava es el primer paso del adiós. ¿No puede ser como otras erupciones que ya conocemos y que, como empezaron, terminaron?

Contagiar terror es pasión de los desinformados que pronostican gratis lo que no saben.