Diez años han pasado desde que ETA anunció el «cese de su actividad armada», lo que supuso la definitiva victoria de la democracia española frente a la sinrazón terrorista. Entre el 7 de junio de 1968 (cuando se produjo el primer asesinato al guardia civil José Pardines Arcay) y el 16 de marzo de 2010 (en el que tras un tiroteo el policía francés Jean-Serge Nèrin se convirtió en la última víctima) la banda terrorista atentó en más de 3.500 acciones con el terrible resultado de 857 asesinatos, 2.597 heridos y 86 secuestrados (además de 157.000 personas que tuvieron que marcharse de Euskadi y 15.000 empresarios sufrieron extorsiones para pagar el llamado ‘impuesto revolucionario'). Mucho se ha apelado estos días a no perder la memoria con lo que ocurrió, sobre todo para que las nuevas generaciones no lo desconozcan por el paso del tiempo. He visitado recientemente el País Vasco y es de celebrar que el ambiente político y social haya cambiado, pero ojo, porque no todas las heridas han quedado cerradas. Entre otras cosas, hay más de 300 crímenes sin resolver, y pese a las palabras expresadas por Otegi en el Palacio de Aiete de Donostia en las que la izquierda abertzale considera que el dolor causado por ETA «nunca debió haberse producido» (expresando su «pesar y dolor por el sufrimiento causado» a las víctimas) no es menos cierto que luego en el Parlamento Vasco su partido (EH Bildu) fue incapaz de aprobar una declaración institucional con la que visibilizar la unidad de las fuerzas políticas frente a ETA. Cabe esperar una renovación de personas y un cambio de mentalidades en el entorno de la izquierda independentista vasca para que las palabras se traduzcan en hechos.
Todo parece indicar que Xavier García Albiol dejará de ser Alcalde de Badalona. El Partido Popular se queda sin su feudo en Catalunya a costa de lo revelado por los «papeles de Pandora», donde este señor aparece desde 2005 con un poder de una sociedad de Belice. Toda la oposición se ha unido para dar curso a una moción de censura, que podría celebrarse el 8 de noviembre. El PP no ha tomado por ahora ninguna medida disciplinaria contra el edil y, es más, el propio Albiol ha declarado que dentro de 18 meses volverá a ser el candidato de este partido a la Alcaldía. Seguramente confíe en que con el paso del tiempo este tema se olvide.
En cuanto a la resaca del congreso del PSOE, hay dos asuntos que me parecen trascendentales que se lleven a cabo: la abolición de la prostitución y la derogación de la reforma laboral del PP. Ayuso tuvo una (nueva) desafortunada intervención al mezclar el esclavismo que sufren miles de mujeres en nuestro país con lo que a su juicio hace Pedro Sánchez destruyendo puestos de trabajo, pero si con el paso del tiempo hoy nadie vería normal que las y los niños trabajen, tampoco se puede consentir formas de esclavitud incompatibles con la dignidad de la persona y con sus derechos fundamentales. Lo que dará mucho que hablar es el posible pago al que tendrán que hacer frente los conductores por el uso de las autovías. El Gobierno ha empezado a lanzar mensajes que apuntan a que más pronto que tarde deberán los usuarios de estas vías asumir el coste por su uso. A mi juicio este tipo de cuestiones deberían consensuarse en la UE, porque no tiene sentido que unos países cobren en todas, otros en algunas mediante peajes, otras te exijan a la llegada a la frontera el pago de una tasa… y creo que se decidiese lo que se decidiese debería haber un único criterio.