Yolanda repetirá AGE en España

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Ana Escobar | Efe

16 nov 2021 . Actualizado a las 08:49 h.

En Madrid les pasa mucho que no saben si una gallega va o viene. Ahora no entienden a Yolanda Díaz, que lo único que quiere hacer es repetir lo que pasó en las elecciones gallegas en el 2009, con ella en el ajo. Repetir el invento de AGE, Alternativa Galega de Esquerdas.

Consiste en unir a todas las fuerzas más allá de la izquierda del PSOE para intentar la máxima rentabilidad electoral. Los términos que usa Yolanda Díaz son muy conocidos en Galicia: lo de la transversalidad, lo de las confluencias.

Consiste en lograr un cartel electoral fuerte, un solo rostro, en este caso, el de ella, excelentemente valorada por el CIS, y con justicia. Alguien que tiene que ser capaz de aglutinar a todos los egos, a todas las fuerzas más allá del socialismo, sin anularlos del todo. En Galicia, en el 2009, la operación consiguió pasar de cero votos a doscientos mil. De cero escaños a 9 diputados y le hizo un roto espectacular al PSdeG, que bajó siete diputados, e incluso al hoy todopoderoso BNG, que se quedó sin cinco.

El rostro fue entonces, no podía ser otro, el de Xosé Manuel Beiras. Lo tenía todo para golear a sus rivales. Aún no había nacido la buena estrella de Ana Pontón en el BNG y los socialistas gallegos eran como casi siempre el camarote de los Marx, de Groucho y de Karl, y tenían a Pachi Vázquez, un candidato difícil de creer.

Detrás de Xosé Manuel Beiras estaba Yolanda Díaz. Beiras era Anova, la cara galeguista, y Yolanda era Esquerda Unida, la parte de izquierda y obrera. Detrás de Beiras estaba también entonces, 2009, les recuerdo, un joven asesor político, con coleta, llamado Pablo Iglesias. Él fue uno de los muñidores de aquella confluencia. Él ha sido el primero en bendecir a Yolanda y en decir y repetir que será la primera presidenta de España.

No les cuento el final de AGE, para no deprimirles. Sí les recuerdo que fue la segunda mayoría absoluta de Feijoo, de las cuatro que lleva. Al dividirse la izquierda en tres y la derecha solo tener un partido, el PP galaico y con un líder ya entonces consolidado, la victoria fue fácil para Feijoo.

La operación a nivel España tiene más recorrido. Yolanda está, aunque no lo parezca por su discurso en Valencia, en el Gobierno de Pedro Sánchez. Es la vicepresidenta. Cada día que pase en esa posición de privilegio crecerá su liderazgo para aglutinar a tantos como son más allá de Sánchez: Ada Colau, Mónica Oltra, Errejón,Irene Montero...

Cada vez que el PSOE firma un acuerdo de Estado como el reciente del Constitucional y el Defensor del Pueblo con el PP, las posibilidades de un resurgir de la izquierda real aumenta. El PSOE centrado es gasolina para Yolanda Díaz y sus confluencias autonómicas. Necesitan robarle la izquierda a Sánchez.

La operación tiene más recorrido para, por lo menos, tocar poder, porque en la derecha española, no hay un partido. Hay dos. El PP y Vox. El PP con un líder que se equivoca una y otra vez. Llamar aquelarre a la operación política que nace en Valencia es propio de otra época. Huele a aquel Varón Dandy. Yolanda no le va a ganar al PSOE, pero, si hace bien las cosas, le puede dar un buen susto al ego gigantesco de Sánchez.