Orgullosa de donde vengo y de la mi familia minera. Por ser nieta, sobrina, amiga y sobre todo hija de mineros, nunca renegaré de este oficio ya que es digno de admirar y lleva dándome de comer bastantes tantos años.
Hoy, 4 de diciembre, es un día obligado para recordar nuestra historia, y para recordar cómo nos han liquidado, cómo nos han abandonado.
Es momento de admitir que el cierre total de la minería, ha sido una consecuencia errónea. No puedo evitar la ira pensando en cómo se demonizó el carbón, y cómo algunos ministros decían que estaba encareciendo el recibo de la luz. Una vez más se puso en la picota al vapuleado sector del carbón…
¡¡Ahora queda demostrado, que no era así!! El carbón servía para regular los precios.
Hoy, con la tarifa eléctrica en el punto de mira después de que el precio de la luz alcanzara máximos históricos, hay que ver la oportunidad de Asturias, nos jugamos mucho, pero debe de abordarse desde la sinceridad, nos jugamos ser el buque insignia de un nuevo modelo energético.
Sería un gran error quedarse de brazos cruzados teniendo la posibilidad real de bajar el precio de la tarifa eléctrica, en un contexto, ademas, en el que más de 5.000.000 de españoles y españolas sufren pobreza energética
Tenemos la oportunidad de hacer algo más que hablar de planes, planes y mas planes, porque en las cuencas mineras siguen manteniendo la economía quienes durante décadas trabajaron duramente arrancando el negro mineral de las entrañas de la tierra, porque siguen siendo zonas azotadas por el paro y la ausencia de nuevas industrias.
Agonizamos, sin minas, la crisis energética y el tarifazo eléctrico no puede propiciar que solo haya cantos de sirena de una vuelta del carbón. Busquemos en nuestros recursos, autóctonos, la ayuda que se necesita para superar esta crisis. Aprovechemos nuestra energía de respaldo.
A los que estuvieron, a los que están y a los que deberían de estar y no están. Feliz día De Santa Barbara.