Cuesta muchísimo trabajo explicar que una persona que ha querido y que ha representado lo mejor de Madrid, como fue Almudena Grandes, no haya contado con el apoyo de la derecha para convertirse en hija predilecta de la ciudad (tampoco podrá llevar su nombre una biblioteca de la capital de España). La muerte de la escritora no ha ocupado ni un solo minuto en las agendas del alcalde ni de la presidenta de la Comunidad, que por puro sectarismo ni acudieron al tanatorio ni al funeral ni le dedicaron un simple tweet con el que al menos rendirle un homenaje. Puede que sus guerras internas les estén afectando demasiado, pero las formas son importantes. Desconocen la «Política para Adultos», tal y como se llama el libro que presentó el señor Rajoy y que contó con la asistencia de ambos dirigentes madrileños. El momento más viralizado fue cuando Ayuso le hizo «la cobra» al líder de su partido, al señor Casado, en el momento de hacer una foto de familia antes del comienzo del evento. Parece mentira que se comporten así en público.
Aunque no estamos ni mucho menos en la situación de hace un año, es cierto que creo que debemos asimilar que estas navidades habrá que seguir una serie de recomendaciones para evitar llegar a lo que está ocurriendo en varios países europeos. En España seguimos a vueltas con el «pasaporte covid» mientras Ómicron está trastocando muchos planes por Europa. Alemania se plantea obligar, a partir de febrero, que el 32% que no se ha vacunado lo tenga que hacer sí o sí. La verdad es que parece mentira que en el mundo occidental, donde tenemos al alcance de nuestra mano protegernos y proteger a los demás, haya personas que vayan a lo suyo y perjudiquen al resto. Se ha demostrado sobradamente la eficacia de la vacuna y que es el mejor antídoto para poder recuperarnos y seguir poco a poco recuperando la normalidad.
Desde ayer los animales domésticos son seres sintientes y no «cosas». En España 16 millones de mascotas conviven en la misma vivienda con el ser humano y la modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil me parece una buena noticia. La verdad es que parece mentira que hasta esta reforma legal se tuviera a un gato o a un perro como si fueran cualquier electrodoméstico de nuestros hogares. Queda mucho por hacer, sobre todo en el campo del bienestar animal en general, pero es innegable que poco a poco se va creando una conciencia más animalista en la sociedad en favor del respeto y protección de sus derechos.