Y así, sin más, pasaron los años. Las treintañeras de Sexo en Nueva York, que callejeaban por la ciudad con su juventud recién estrenada y envueltas en la ropa más lujosa del planeta, han tomado pista. Aquellas amigas pijas que resolvían cualquier contratiempo con unos cócteles y un par de manolos se han subido al tren de la nostalgia que lo impregna todo para volver a la pantalla con And Just Like That, un reinicio de la serie casi dos décadas después, pero con todo el bagaje adquirido en varios lustros.
Ya no son las mismas de antes, pero saben que «hay cosas más importantes en el mundo que intentar parecer joven». No se han recauchutado la cara en exceso, corrigen la presbicia con monturas estupendas, lucen canas y raíces más o menos disimuladas. Pero también se han puesto al día en nuevas tecnologías, corrección política y lenguaje inclusivo. Antes de situarse de nuevo bajo los focos, las actrices han tenido que encarar la disyuntiva que nunca han tenido que afrontar actores como George Clooney: «¿No vas a teñirte? El gris te hace mayor». Sarah Jessica Parker y Cynthia Nixon llevan meses dando explicaciones por parecer personas normales y el primer episodio aborda de lleno este debate en la ficción nada más empezar: «Crees que mi gris te hace mayor a ti, porque si somos amigas tú no puedes tener la edad que pretendes tener», le replica Miranda a Charlotte con un baño de realidad.