¿Qué le pasa a Pablo Casado?

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

Eduardo Parra | Europa Press

20 dic 2021 . Actualizado a las 08:50 h.

Lo más significativo no es el taco que Casado soltó en el Congreso, aunque denote nerviosismo y desesperación. Lo peor es recurrir a gravísimas acusaciones sin pruebas que incluyen falsedades fácilmente constatables (entre otras, el encubrimiento de abusos sexuales por el Gobierno y el PSOE y el fraude fiscal en el caso de Calviño). ¿Por qué ha tomado esta deriva que ha hecho que Feijoo, el barón más respetado y exitoso del partido, le haya llamado a la serenidad y la moderación en su propia cara, con una recomendación para que se mire en el espejo de Galicia? ¿Qué está sucediendo para que una política tan sensata como la vicepresidenta se salga del tiesto, eso sí, en privado, y lo tilde de desequilibrado? En primer lugar, la frustración que se deriva del fracaso de su estrategia de cuanto peor, mejor, que puso en práctica en lo más terrorífico de la pandemia para tumbar al Gobierno, contando los muertos cada día y culpando de ellos a Sánchez. Este ha resistido y logrado aprobar los Presupuestos, con lo que la legislatura está asegurada. Los sondeos son el segundo elemento que explicaría su huida hacia adelante, ya que coinciden en diagnosticar una subida de Vox en detrimento del PP. El tercer motivo es la competencia con la ultraderecha, que se traduce en ver quién dice la burrada más gorda, aunque sea utilizando fake news en sus discursos. Pero la razón fundamental de su agresividad dialéctica se llama Ayuso, convertida en la estrella de la derecha, que lleva meses echándole un pulso y dejando en evidencia su falta de liderazgo. Esos cuatro elementos componen un cóctel explosivo, un bucle infernal del que Casado no sabe cómo salir y que le están conduciendo a perder los papeles y extremar sus mensajes.