Magia en el bombo

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

Juan Carlos Hidalgo | Efe

22 dic 2021 . Actualizado a las 08:26 h.

La probabilidad de que hoy le toque el gordo de la lotería es menor que la de morir por el impacto de un meteorito. Pero la contundencia del argumento no disuade a los miles de personas que hacen cola en las administraciones, convencidos de que algo apañarán y estimulados por un elemento muy poco científico pero muy excitante: la magia. Caprichosa y hechicera, la magia sortea a la mayor parte de los mortales pero procura con denuedo a algunos elegidos, como aquel célebre concejal del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Matanzo, germen todo él del pensamiento Vox, con sus razzias a los vendedores callejeros incluidas, a quien con una frecuencia extraordinaria le caía un premio, chispún. En unos años la magia que convocaba el edil fue considerada un vulgar cohecho por la justicia, pero ni siquiera esa resolución tan pedestre debilitó la fe en la suerte de los forofos del gordo.

Sería lógico que el vigor rocoso de la brujería se fuese erosionando a medida que el conocimiento avanza, pero la paradoja triste de nuestro tiempo permite convivir al pensamiento científico con trapalladas basadas en sortilegios y encantamientos. La homeopatía se vende en farmacias al lado de los antibióticos y millones de personas consultan el horóscopo convencidas de que comparten destino. Hasta el FBI empleó tiempo y dinero en concluir que la mayor parte de los crímenes violentos los cometen los capricornio. Menuda losa si se nació un 28 de diciembre.

De toda la sombría peripecia de los Pujol, lo más descorazonador fue la fe que el patriarca concedía a la meiga Adelina. Preferíamos haber pasado sin la imagen del huevo negro recorriendo su espalda. Cuando hoy vuelva a no ganar el gordo de la lotería, consuélese pensando que es solo magia.