Aznar reaparece y atiza a Casado

OPINIÓN

Nacho Gallego

31 ene 2022 . Actualizado a las 08:53 h.

Aznar ha entrado en la campaña de Castilla y León atizando a Casado. En un mitin en Valladolid le lanzó tres cargas de profundidad. Uno, lo culpó del auge de Vox: «Hay muchas personas que se agarran a supuestas soluciones baratas, mágicas, a populismos mentirosos o falsos, porque no tienen un referente fuerte en el cual confiar». Dos, le echó en cara que no tenga un programa definido y quiera escudarse en los éxitos de los barones: «Muchas veces oigo que hay que ganar para que llegue no sé quién a la Moncloa; oiga, la pregunta es ¿y para hacer qué?». Tres, le afeó sus desencuentros con Díaz Ayuso o la postergación de Álvarez de Toledo, en una alusión a Fernández Mañueco que en realidad era un mensaje a Casado: «Para ser un gran líder y un gran presidente, y tú lo eres, hay que ser capaz de reunirse de los mejores, sin ninguna reserva». Al final de su discurso, enumeró a quienes representan el presente del PP: Mañueco, Feijoo, Ayuso, Moreno Bonilla, Miras «o tantos otros» y, en último lugar, casi se le olvida, «por supuesto, Pablo Casado». Es evidente que este le ha defraudado, considera que su liderazgo es inconsistente y ha dejado claro que prefiere a la presidenta madrileña. Ya en la pasada convención del PP, Aznar trató al que fuera su pupilo como un discípulo novato que necesita de sus sabios consejos. Es decir, lo menospreció. Se dirá que el exmandatario ya no es nadie en el partido. Error. Sigue siendo un referente y un activo importante. Y, sobre todo, expresa una corriente de opinión que, en privado, no oculta su descontento con Casado y su incapacidad para frenar a Vox. Nadie se atreve a verbalizarlo porque tiene posibilidades ciertas de llegar a la Moncloa con el apoyo de la ultraderecha. Pero hay mar de fondo.