¿La vida es Instagram?

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OPINIÓN

EVA MANEZ | Reuters

15 feb 2022 . Actualizado a las 09:14 h.

Supongo que a todos nos hace falta un poco de brilli brilli de vez en cuando. Y más en los últimos años, en los que subirnos a los tacones para celebrar algo es un exotismo. Igual que de cuando en cuando necesitamos pintarnos los labios de rojo, aunque a continuación nos pongamos la mascarilla, a veces necesitamos un poco de glamur. Quizás por eso mucha gente a la que el cine le es indiferente se pasó la noche del sábado mirando hacia la alfombra roja de los Goya, algunos en persona y otros a través de la televisión o las redes sociales.

Me hizo gracia que uno de los invitados se pusiera las gafas de sol mientras atendía a la prensa, pero al rato, gracias a una actriz, entendí el motivo. Riesgo de deslumbramiento. Los focos son a la gala como las redes sociales a la vida real. Como el disparo de un flash, que te deja ciego durante unos segundos. La intérprete paseaba por la alfombra con un vestido espectacular y, lo que es más importante, nominada. Un enviado especial le recordaba cómo llegó a su primer proyecto cinematográfico: alguien la animó a presentarse a una prueba al conocerla a través de Instagram. Mientras el periodista apelaba a la suerte, a esas carambolas del destino que te pueden cambiar la vida, la actriz quiso mandar un mensaje: «Creo que esto es el ejemplo de que se puede». ¿Se puede qué? ¿Se puede convertir una en estrella esperando a que alguien se fije en tu perfil de Instagram? Aunque es una magnífica actriz (lo dicen los académicos) me produce una gran desazón pensar en todos los jóvenes a los que iba dirigida esa proclama. Porque corren el riesgo de pensar que la vida es Instagram cuando, en realidad, la vida es todo lo demás.