La sartén de Francia

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

Rafael Cañas | EFE

10 abr 2022 . Actualizado a las 19:39 h.

Hubo un momento en el lejano 31 de enero en el que se acuñó una de las frases de la carrera de las elecciones presidenciales francesas. El politólogo y experto en estudios demoscópicos Brice Teinturier, de Ipsos France, dijo que los galos estaban en la «campaña Tefal», en alusión a la conocida marca de sartenes antiadherentes. Porque, en aquella sucesión de ideas, propuestas, chascarrillos, plataformas y candidatos, nada se pegaba, todo resbalaba, nada perduraba en aquellos fogones públicos. Teinturier decía que la batalla no enganchaba a los potenciales votantes, como si la cita con las urnas fuera una cuestión secundaria frente al resto de los asuntos de sus vidas. Percibía una preocupante falta de interés. Desde entonces se ha desatado una guerra en Europa a todos los niveles, con masacres humanas y heridas económicas y políticas. Pero la amenaza de la astenia electoral sigue sobrevolando Francia y, por extensión, la Unión Europea. La abstención puede ser clave. Hay encuestas que le dan a Marine Le Pen un empate técnico con Emmanuel Macron en una hipotética segunda ronda. Quizás así salten las alarmas. Porque cabe la posibilidad de que se repita la misma ecuación del brexit: millones de cabreados frente a millones de escandalizados con los cabreados más millones de tipos con planes mucho mejores que votar, porque ya se ocuparán otros del trámite. Que luego vienen los Farage con el brexit, los Trump, los Bolsonaro... Los lloros. La sorpresa, en fin, de que ciertos personajes con postulados más que cuestionables lleguen a tener la sartén por el mango para carbonizar lo que les venga en gana.