El nuevo orden mental

OPINIÓN

Mikhail KlimentyevKremlin pool | Efe

13 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Estos hombres con aspecto más bien despreciable, nada en ellos sobresale, acaban de levantar sus posaderas de unas sillas de madera cuyo precio es incalculable. En la imagen no se ven completas, pero es suficiente: estas simples sillas de madera están costando la friolera de miles de muertos y millones de desplazados. Por un instante, han sido liberadas del peso de Vladimir Putin y su homólogo bielorruso Alexander Lukashenko. Estarán aliviadas, pero que no se hagan muchas ilusiones, la pareja ha demostrado de lo que es capaz por unas sillas. Deberían, ellos, no las sillas, donar sus cerebros a la ciencia. El fotógrafo de cámara ha convenido que el momento es perfecto para una foto. Dicho y hecho, mientras siembra Ucrania de cadáveres, dolor y destrucción, Putin estrecha la mano de su guiñol y sonríe para su posteridad. Solo le falta decir patata. O genocidio. Hace tiempo que ha dejado claro que para él las dos palabras valen exactamente lo mismo.