Vecinos

Miguel Niño Martínez

OPINIÓN

Primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia.
Primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia. TENGKU BAHAR | AFP

25 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Estamos ya en un siglo avanzado, 22 años caminados del siglo XXI, y seguimos anclados en las células del tiempo y las garras de nuestros antepasados.

Siglos y siglos de monarquías distintas, de señores de castillos y palacios, de coronas heredadas… Direcciones que no rinden cuentas, de derechos naturales, pues somos biología, comunes combinaciones distintas, pero con derechos, obligaciones y deberes comunes.

Eso. Eso, es lo que diferencia nuestra especie animal racional de las otras. Ésa es la singularidad de este universo vivo nacido en el tiempo y caminante hacia la eternidad (Una de las obsesiones del hombre, es su ansia de eternidad).

Y, si no lo sabemos, pero el fin del poder, no es absoluto.  El poder en nada es el ejercicio de gobernar al pueblo por el ordeno y mando.

Hubo reacción en nuestros vecinos que ya hace más de 200 años decidieron poner fin a ese irracional absolutismo y decidieron abrir un camino de nueva luz que hiciera marcarles la senda de la igualdad-

Sí, es cierto que usaron un instrumento vil o, pongamos el adjetivo adecuado, pero contextualicémoslo en el tiempo, se llamó guillotina. Y con ella, acabaron con esa herencia irracional teocrática: «Llegar al poder por el simple hecho de ser rey o por haber nacido en cama especial o específica».

Nosotros seguimos, todavía en el 2022, con una monarquía hereditaria. Tenemos monarca que no sale de las urnas, que no rinde cuentas cada 4 años o cada 5 como en el país nuestro vecino.

Ellos. Sí, ellos tienen un presidente que no solo a primer golpe de vista no hay acuerdo. De da una vuelta de tuerca y en esa segunda vuelta, el pueblo, los votantes en igualdad, deciden a su presidente.

Esta segunda vuelta con su tiempo suficiente de reflexión es lo que da claridad y compromiso para que claramente ese sea el elegido por el pueblo francés. Ésta, es la lección sencilla, singular, profunda, aguda y dolorosa que nos ofrece un año más estos próximos días en que elegirán su presidente en el cetro el poder del pueblo que no es otro que el de las urnas.

Enhorabuena, vecinos.  Y, a ver si aprendemos la lección.

Gracias por la libertad de las URNAS.