Más de Nuñez Feijóo

OPINIÓN

El expresidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo,
El expresidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, Juan Carlos Hidalgo

08 may 2022 . Actualizado a las 17:29 h.

Aquí mismo, en La Voz de Asturias y en el último mes de marzo (2022), publiqué tres artículos en los que el apellido Feijóo está en titulares. En el primero, de 13 de marzo, se destacaron palabras de Feijóo, sobre pactos con Vox y Bildu, y acerca de desatinos sobre la Monarquía. El análisis de ambos temas fue desarrollado en los dos siguientes artículos, los de los días 20 y 27 de marzo. En el primero, el de 13 de marzo, también se reflexionó sobre el defenestrado Pablito Casado, un verdadero «chivo expiatorio» de Palencia, en el más propio sentido del pensador francés René Girard, padre de la teoría «mimética e imitación» o mimesis, sin que nada tenga que ver con el mimo, que, además de cariño, es una forma de arte teatral y gestual, y, por cierto, muy de la política y de los políticos.

 Y también en ese del 13 de marzo escribí lo siguiente: «Otro gallego (Feijóo), continuando la retahíla de gallegos, de los que ya algunos están cansados». Y es que después de Franco, de Fraga, de Rajoy, llega ahora Núñez Feijóo, del que no se sabe si es duro e indigesto como los primeros (Franco y Fraga), muy dados al lacón con grelos, o si es blandito como Rajoy, que tanto recordaba a las tortillas de Betanzos tan blanditas. En el artículo del 20 de marzo, analicé lo dicho por Feijóo, con lo que estuve en pleno acuerdo: «Ni Pedro Sánchez ni su partido están parea exigir nada sobre los pactos (con Vox) cuando tiene como aliados a los populistas, los nacionalistas, los independentistas y Bildú».

 Por fin, en el de 27 de marzo, juzgué disparatado lo dicho por Feijóo al Santo Santiago en la Ofrenda en nombre del Rey, en la mañana del 30 de diciembre de 2020, con ocasión de la Procesión y Misa Estacional del Apóstol, que en referencia a la Monarquía, Institución constitucional, dijo el entonces Presidente de la Xunta, oyéndole todo el mundo, hasta el cardenal Rouco Varela, que allí estaba rezando, en la Catedral después de las importantes obras: «Fue refrendada por el pueblo que encarna la permanencia y armonía de la Nación». Eso, además de mentira y de contradecir el principio esencial de la representación jurídica, que consiste en no poder decir jamás el representante lo que el representado no puede decir (el Rey, el representado, jamás hubiese dicho tal cosa). Es evidente que Feijóo no hizo oposiciones de nivel como las Rajoy, siendo diferentes las de Correos a las de Registros. ¡Ya quisiera Sánchez o Bolaños haber ganado las oposiciones de Correos! Y de Feijóo también es la frase siguiente, pronunciada en la mañana del día 4 de esta misma semana: «Lo lógico, en España, forma parte del pasado». ¿Está seguro de ello, señor Núñez? Eso lo dijo en El Debate  otro gallego, Bieito Rubido, natural de la localidad de Cedeira, cerca de San Andrés de Teixido, adónde vai do morto quen non foi de vivo.     

 En el artículo de 20 de marzo escribimos: «Con preocupación digo que está surgiendo una nueva categoría política, que es la del “cordón sanitario, con sarpullido y urticaria, pues se empieza con un `cordón´ y no se sabe con qué se terminará. Cordón sanitario apenas estudiado por las ciencias políticas y constitucionales, estando aún pendiente de publicación en el BOE la Sentencia del Tribunal Constitucional por la que se anuló el `cordón sanitario´, impuesto en su día a Vox por la Mesa del Parlamento Vasco». Esa Sentencia, finalmente, se hizo pública el 8 de abril de 2022, en el BOE número 84. El ponente de la misma fue el Magistrado del Tribunal Constitucional, don Antonio Narváez Rodríguez.

 Ese mismo Magistrado fue el ponente de la STC 168/2021, de 5 de octubre 2021, que declaró la vulneración del derecho fundamental a la participación política por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que fue declarado el estado de alarma. Interesante será comentar igualmente los dos votos particulares formulados, el conjunto de los Magistrados Conde Pumpido y Sáez Valcárcel, y el individual de Xiol Rios, don Juan Antonio, del que se recuerda su ponencia brillante en la STC 27/2020, de 24 de febrero, desestimando el Recurso de Amparo interpuesto por una empresa editora de un periódico de provincias, por haber vulnerado derechos fundamentales.

 En ese artículo del 20 de marzo también escribí: «Después de haber estudiado las razones del Tribunal Constitucional, muy desprestigiado por el mismo Gobierno que descalificó la sentencias 148/2021 y 183/2021 en arrebato antidemocrático sin dimisiones obligadas y desprestigiado también por el pacto entre partidos sobre la elección de nuevos magistrados, prometo publicar unas consideraciones políticas y jurídicas sobre el «cordón  sanitario». A ello dedicaremos el siguiente artículo, lo cual vuelvo a prometer. Y concluiremos el presente con informaciones del periódico gallego, regional de referencia,  La Voz de Galicia, sobre la dimisión de Feijóo como presidente de la Xunta de Galicia. Y un cese por Real Decreto 304/2022, de 29 de abril, a petición propia.

 El sábado 30 de abril de 2022, La Voz de Galicia, recogió las siguientes palabras de Feijóo, al dejar la Presidencia de la Xunta, que lo fue durante 13 años y once días: «Foi un orgullo servir a Galicia», y recordando a las víctimas del covid, del accidente ferroviario de Angrois, y a los marineros de Villa de Pitanxo. No faltaron referencias a España: «Non quero nin podo compartir a premisa de que no conxunto de España é imposible o que si foi posible en Galicia».

Interesante el artículo de opinión del profesor Roberto L. Blanco Valdés publicado en la página 12 de La Voz de Galicia el domingo 1 de mayo de 2022, día en que el conocido como «Pepe, el de los fulares» se paseaba cogiendo una pancarta por las calles de Madrid. Y Roberto L. Blanco Valdés escribió: «Frente a la locura vasca de más de medio siglo de terror, y al delirio nacionalista catalán que desembocó en un acto criminal de sedición, Galicia, que accedió a la autonomía tras el País Vasco y Cataluña, ha sido un remanso de normalidad constitucional, respecto a la ley y buen hacer».

 Y por lo de Blanco Valdés y lo de Cataluña, recuerdo al catalán Josep Plá, que en Notas del crepúsculo, escribió: «Somos muy hiperbólicos, confundimos las moscas con las águilas».