Ordeñar la zarzamora

OPINIÓN

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29 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es lo que hay». Frase manida usada coloquialmente cuando dos conocidos se encuentran, o cuando alguien entabla un diálogo y no tiene novedad que comunicar o argumento brillante que esgrimir, concluyendo al unísono: «Es lo que hay».

El vulgarismo es de tal «ordinariez» que no merece la pena dedicarle segundo alguno.

Y, me pierdo entre los valles amarillos ribeteados de un verde pino y un cielo azul con gasas blancas de nubes otoñales.

Y, veo primero la chopera del río cambiando el color, los viñedos, este año preñados de racimos apretados y uvas rebosantes de salud. El agua de estos días acelerará su crecimiento y la cosecha será etiquetada con el feliz distintivo «del siglo».

Y veo algún conejo travieso cortarme el paso al subir por el portillo

Y. veo el recuerdo de las remolachas otrora tapizando de frescura la fértil vega.

Y, veo tantas cosas en el chip de mi memoria: pero no escucho estos días el cascabeleo del rebaño, ni a los mastines cerrando el círculo de churras ni al pastor llevando a hombros su zurrón.

Sin el rebaño, los perros, el asno y el pastor que canción pueden interpretar estos estrechos y romos valles, estos lugares de viñedos y pinos coronados por altos y yermos páramos, ¿quién pondrá una nota discordante a este armónico silencio, a este eco de nostalgias, a este ruido mudo que elevan las pardas tierras del Cerrato?

Las casas vacías, la escuela cerrada, los pastores y los rebaños huyendo del pasto… ¿Seré un caballero andante de Dulcineas soñadas, de castillos encantados de molinos de viento con aspas de acero?

¿Seré un viajero de Marte lunático que busca vida donde acampa la muerte o donde busca nuevo discurso donde el silencio ha echado su capa a todo EL LUGAR?

Hay, todavía en las linderas del camino húmedo junto al arroyo o fuente esgueva unos soldados en hilera ofreciendo sus dulces frutos: espinos de El Cerrato, zarzamora silvestre, fruto codiciado por los forasteros multitudinarios en agosto y, que ahora en este veraniego septiembre los que acudimos fieles al pueblo aún podemos disfrutar. Mora, zarzamora, espinas traicioneras frutos de néctar especial.