Más derechos las armas que las mujeres

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

MABEL RODRÍGUEZ

28 jun 2022 . Actualizado a las 08:24 h.

Es de una tristeza abisal. Se te hunde el alma hasta más allá de las profundidades de la fosa de las Marianas, como si te hubiesen lastrado el corazón hasta el mismo centro de la tierra. Que un país enorme como Estados Unidos haya dado un millón de pasos atrás con su decisión de anular el derecho al aborto al mismo tiempo que, tras un tímido avance, volvía a abrazar la norma que garantiza que cualquiera empuñe un arma al cumplir 18 años es muy doloroso. Van hacia atrás en los dos casos. Es terrible que en un imperio que presume de libertad, que se llena la boca con el lema publicitario de que se trata del país donde todo es posible, donde cualquiera puede aspirar a lo máximo, sufran estas decisiones. Tal vez acierten con que en Estados Unidos todo es posible, hasta los disparates.

En Estados Unidos tienen más derechos las armas que las mujeres. Barra libre para los fusiles y las pistolas automáticas y limitaciones sin sentido en el siglo XXI para las mujeres. Que una mujer pueda decidir sobre su cuerpo es lógico. Tener derecho al aborto solo significa que, como todos los derechos, lo puedes utilizar o no. No es obligación al aborto como algunos tratan de hacer ver.

Otros han escrito con razón que si fuésemos los hombres los que pariésemos hace siglos que el derecho a hacerlo estaría completamente asumido. Si fuésemos los hombres lo que pariésemos igual no habría hijos por nuestra legendaria tolerancia al dolor. Seamos serios. Son siempre las mujeres las que tienen que sufrir las tutelas. Son ellas las que deben continuar en la lucha para que no se las siga limitando por todas partes.

Vivimos en un mundo de hombres. En Estados Unidos alguien como Donald Trump, que fue presidente, blindó la mayoría conservadora de su Tribunal Supremo para que fuese posible que estas sentencias del paleozoico se diesen. Es alucinante. Donald Trump, el mismo que impulsó un asalto conspiranoico contra el Congreso, ha logrado que las mujeres se queden sin derecho federal a abortar en Estados Unidos. La decisión rampante significa lo de siempre. Miles de kilómetros para abortar. Abortar sin las obligadas condiciones médicas. Insisto: el derecho al aborto, como todas las demás conquistas, no implica que esas mujeres que se niegan, que están al lado de esos jueces conservadores que han dado un inmenso salto atrás, tengan que hacerlo. Ellas que digan que no, pero que dejen que las que quieran interrumpir su embarazo (sí, su embarazo, no el de los demás) lo puedan hacer en condiciones de seguridad. Ahora que ponen una nueva entrega de Parque Jurásico, parece que el mundo con estos retrocesos de décadas es un auténtico parque jurásico, donde no están en peligro los dinosaurios. Los dinosaurios son los que siguen decidiendo por las mujeres.