El cuarto en llegar

OPINIÓN

Cartel pidiendo la dimisión de Boris Johnson, este lunes, en el exterior del Parlamento británico
Cartel pidiendo la dimisión de Boris Johnson, este lunes, en el exterior del Parlamento británico ANDY RAIN | EFE

08 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos analistas sitúan a Boris Johnson como el verdadero padre del brexit. Es innegable que en estos tres años como primer ministro una de las tareas más complicadas con las que tuvo que lidiar fue con la separación con la UE, pero no hay que olvidar que sus dos predecesores (David Cameron y Theresa May) también tuvieron que dimitir (y precisamente por ese motivo). Parecía que tras su arrollador triunfo en las elecciones de 2019 y que como firme defensor de la independencia política y económica con Bruselas iba a tener vía libre para gobernar hasta 2024, pero los escándalos conocidos como partygate (las fiestas con su gabinete en plena pandemia) han terminado por acabar con su mandato presidencial. Su marcha no será instantánea (porque los conservadores deberán elegir una nueva persona para liderar tanto el partido como el gobierno británico), pero por mucho que lo intentó, la presión fue tan grande que se le hizo insostenible continuar al frente del país. Cada lugar es un mundo, pero me llama poderosamente la atención que los tories revivan de sus propias cenizas. No me imagino que en España pudiera suceder algo parecido y que después de tres dimisiones ese partido en el gobierno se mantuviese. Veremos quién es el cuarto en llegar, y sobre todo si consigue aguantar un mandato entero sin tener que presentar su renuncia al cargo (con que al menos se cuide mucho en evitar graves meteduras de pata, algo tendrá ganado).

Primero fue Podemos, luego tras el acuerdo con IU fue Unidas Podemos, luego una parte de sus miembros decidió irse a Más País y ahora, el cuarto en llegar, se llama Sumar. El proyecto lo capitanea la vicepresidenta Yolanda Díaz (en un intento extraño de querer unir a toda la izquierda a la izquierda del PSOE pero sin que le agüen la fiesta personalidades en activo como Belarra, Montero, Garzón y Errejón). El argumento oficial es que se pide no quitar el protagonismo a la gente, pero creo que es evidente que lo que se busca es no restar titulares a la propia impulsora de esta iniciativa (que no me acaba de quedar claro si presenta un nuevo partido, una plataforma o si todo se va a resumir en un autobombo). Es cierto que quienes se sintieron representados por Pablo Iglesias desde aquellas elecciones europeas de 2014 en adelante hoy se sienten sin aquella ilusión por cambiar las cosas, pero no acabo de visibilizar si lo que se va a escenificar hoy en el Matadero de Madrid es una segunda parte de aquel intento del Partido Comunista, tras el referéndum de la OTAN, de juntar fuerzas a través de IU. Tampoco me queda claro qué van a hacer en este autoproclamado frente amplio desde Podemos, Izquierda Unida, Más País, Equo, los comunes catalanes, Compromís y otras formaciones afines, puesto que si se integran en Sumar es evidente que todo acabará como el rosario de la aurora. La duda está en si Yolanda Díaz por sí sola convencerá a la ciudadanía y a sus seguidores para liderar un proyecto político autónomo o si su capacidad de atracción lo que le permitirá es integrarse próximamente en la órbita del PSOE.