Un termómetro señala los 32 grados en la calle Uría de Oviedo
Un termómetro señala los 32 grados en la calle Uría de Oviedo

14 jul 2022 . Actualizado a las 11:14 h.

Es falso que el calor mate a miles de trabajadores anualmente en este país durante la jornada laboral. El exceso de calor en los trabajos es previsible y se pueden prevenir sus consecuencias y aliviar sus efectos. Así que no es el calor. Matan las malas condiciones laborales y matan las empresas que obligan a los trabajadores a ejercer una actividad que puede llevarlos a la tumba. Hay responsables de esto con nombres y apellidos, pero por lo que sea es menos grave que arrojar a alguien por una ventana, aunque sea exactamente lo mismo.

Hace algo menos de un mes el Ministerio de Trabajo anunció que enviaría más de cien mil cartas a las empresas que realizan actividades al aire libre con el fin de informarles sobre la campaña de prevención de riesgos laborales debidos a las altas temperaturas. También se anunciaron inspecciones en diversos sectores, no solo en trabajos en exterior, para vigilar que se cumple la legislación al respecto. Pues bien: no se cumple, y no tengo noticia alguna de esos inspectores de trabajo que iban a acabar con la libertad empresarial este verano en ningún polígono que conozca.

Un golpe de calor en el trabajo no es un accidente. En España, al menos, un trabajador puede negarse a realizar un trabajo que puede poner en riesgo su integridad física. Con bastante cuajo hace años que me recomendaron hacer ese trabajo primero y denunciar después, porque nuestros queridos y ecuánimes jueces suelen pasarse este asunto por sus gónadas de buena y respetable familia si no se hace así. Es perfecto para no denunciar nada.

Este es un país en el que se infringe toda la normativa laboral por sistema. Un país de piratas crueles y sin escrúpulos que lloran amargamente cuando el estado intenta meterles mano. Un país en el que se odia a los trabajadores peor pagados porque cree que nos merecemos ese desprecio y ese exiguo salario. Yo puedo morir por trabajar con temperaturas cercanas a los cuarenta grados o superiores, mi trabajo es físico, no suelo poder sentarme mucho. Hay gente que se ríe de esto, en serio. He perdido el conocimiento dos veces trabajando bajo el calor. Nada ha cambiado en este país desde aquellos años en ese sentido. Nada. Supongo que tendrán que morir miles de trabajadores más antes de que alguien se lo tome en serio. Y con el camino que llevamos con el cambio climático, es algo que sucederá sin duda incluso en lugares donde no sucedía. De momento no pasa nada, solo somos carne a la que sustituir. Hay recambios. No somos nada más que eso.