Seguro que en los corrillos del Congreso ya se cuentan chistes sobre Vox. En plan van un español, un alemán y uno de Vox y... Es lo que tiene ocupar escaños, aunque visto que las comparecencias de Abascal y cía están plagadas de ocurrencias, sería lógico pensar que los chistes los encajan bien. El caso es que instantes después de dar puerta a Macarena Olona, Iván Espinosa de los etcéteras se sienta en su escaño y rompe a reír. El chiste tiene que ser bueno, porque de cinco presentes, a cuatro les va mal. Ergo, si fuera sometido a examen, estaríamos hablando de un chiste de notable, a un pelo de barba del sobresaliente. Ese pelo de barba se llama Santiago Abascal, que o se hace el sordo o no le ve la gracia al chiste. A lo mejor es que anda a sus cosas, acaso recordando que no hay peor cuña que la de la misma madera. Tratándose del ex del PP descubridor de la derechita cobarde, es bastante gracioso que haya pasado por alto ese detalle.