San Mateo, a pesar de los pesares

Álvaro Boro

OPINIÓN

San Mateo
San Mateo

22 sep 2022 . Actualizado a las 16:24 h.

La noche de los fuegos, que al ser a las diez en punto ya no es tan noche, se hacía una misión complicada el llegar y moverse en coche por Montecerrao. Y teniendo en cuenta lo lejos que queda del centro y de otras zonas de la ciudad, decantarse por ir en vehículo fue la opción mayoritaria. Otra cosa no, pero pierna y ‘derrier’ hemos hecho durante estas fiestas: de arriba para abajo todo el día. Los fuegos estuvieron bien, pero muchos como yo los vieron por la TPA, a esa hora quién normal no tiene una cena o cualquier cosa mejor que hacer. Nunca entenderé ese afán y ese asombro que tienen algunos por los fuegos artificiales, pero existe, y la gente que se agolpaba por la zona para verlos fue un claro ejemplo. No sé si hubo más o menos que otros años, nunca me he creído mucho los métodos de estimación para calcular un número de personas, pero aquello estaba lleno como nunca. Y no sólo por ver a Tekila, que también. Mueven más público las orquestas que muchos artistas, esto es algo que debemos hacérnoslo mirar.

La noche del 20 debería ser la noche por antonomasia de las fiestas, pero cada vez está siendo más relegada por los fines de semana. Es normal, cuánta gente de Oviedo está fuera o no trabaja en la ciudad; el Oviedo vaciado. Pese a todo, se quemaron las naves por las calles del Antiguo hasta bien entrada la mañana limpia y clara, el último estertor del veranos.

21 de septiembre, San Mateo. El día grande de las fiestas y de la ciudad. Este año la SOF en lugar de botellita de vino con el bollo se animó a cambiar y dieron sidra. Que, por un lado, está muy bien y es importante promocionar lo nuestro, pero es que la tradición del vino era algo muy arraigado, no estaría mal ofrecer las dos opciones y, ya puestos, que el vino fuera de Cangas, por la misma razón que dan sidra. Y recordad que siempre hay que comer a la sombra.

Canteli, al calor del sol de mediodía, declaró que las fiestas «Han sido un éxito rotundo» y añadió que lo siente por el que no lo vea así. «Son nuestras fiestas, son las fiestas que prometimos para Oviedo y son un éxito». Y remarcó que mientras él siga como alcalde este va a ser el modelo y no van a volver los chiringuitos. Escuchando al alcalde, que quizá después de este SM ya no sea tan contingente, uno no puede hacer otra cosa que preguntarse qué es para él una fiesta y por donde se ha metido todos estos días y con quién ha hablado. El sesgo de confirmación de los políticos españoles es uno de los grandes cánceres que debemos erradicar si queremos llegar a algún lado como sociedad y como país; tener sólo a palmeros no beneficia ni ayuda en nada. Y creo que es algo que salta a la luz.

San Mateo fue de menos a más, está claro, pero bajo ninguna condición ni premisa se puede decir que las fiestas hayan sido un éxito, es faltar a la verdad de una forma tan palmaria que nos mean y aseguran que llueve. Las fiestas son más fuertes y han calado de tal forma en los ciudadanos que es imposible cargárselas, es cierto; pero algo no ha funcionado, y se debería trabajar para revertir esta situación y no complacerse y elevar alabanzas.

¡Viva San Mateo! Hasta el año que viene.