No hay nada que guste más a los medios del Principado que trazar o encontrar la conexión de algún famoso, algún ente, algún suceso, con Asturias. Se pasa, nos pasamos, la vida dando noticias de este tipo; noticias que alguna vez son de interés, otras te sacan una sonrisa, algunas generan cierto desdén y hasta pueden llegar a producir enfados. Y ahora que teníamos el tema llamando a nuestra puerta, abriéndose y entregándose, no tardamos en darle la espalda.
En la reciente visita de la Familia Real para los Premios Princesa, la Princesa Sofía y la Infanta Leonor sufrieron problemas estomacales, una indisposición que ocasionó que tuvieran que ausentarse de la visita a Cadavedo por el Pueblo Ejemplar. Enseguida, la prensa asturiana saltó a negar que la causa de que las dos jóvenes estuviesen malas no se había generado en aquí, faltaría más. Cómo van a ponese males de la barriguca esos dos solinos. ¿Por algo que hayan comío o cogío en Oviedo? No home no, eso nun pue ser.
Lo que tenían, y según palabras de la Reina, era una gastroenteritis: «Sofía pasó mala noche y Leonor también se encontraba regular al levantarse. Ha hecho un esfuerzo pero no ha podido ser. Yo creo que esas gastroenteritis en 24-48 horas se pasarán. Algo les sentó mal, no sé (...) Todos hemos tenido gastroenteritis alguna vez, no pasa nada». Luego decimos que la Casa Real guarda hermetismo y apenas da declaraciones, poco le faltó a Letizia para meter en su discurso ‘descomposición’ y dar detalles sobre cómo sus hijas iban o dejaban de ir al excusado. No sé, llámenme snob, pero un poco más de decoro en las palabra de una reina no estaría de más, hay ciertas barreras que no se deben traspasar, sea uno quien sea, de aquí al tampón de Carlos y Camila no hay mucha distancia. Felipe VI también estaba tocado, pero aguantó estoicamente, el dolor de barriga no es nada comparado con todo lo que tiene que aguantar de la herencia recibida de Campechano por su hacer, ese frenético entrar y salir de lugares y mujeres, a lo largo de su vida.
Casa Real no ha dado más explicaciones de la enfermedad de las muchachas, pero no han tardado en salir quienes echan la culpa a unos canapés que les pudieron haber sentado mal, por mucho que desde Asturias lo hayamos negado más que Judas a Jesús. La Princesa y la Infanta llevan una dieta muy equilibrada y sana en su día a día, que no es la de mamá pero por ahí van los tiros, y estos días con un menú tan poco habitual no les ha caído bien. Queremos que todo sea astur, menos la gastroenteritis. También han saltado las alarmas desde que Adrián Barbón reconociera el lunes ser positivo en COVID, y hay quienes creen que a S y L les pasa lo mismo.
Esperemos que estén bien y se recuperen, que esa indisposición no sea tan mala como Favila, y lamento que la Infanta Leonor haya tenido que celebrar sus 17 años con arroz blanco e infusiones en lugar de con tarta, botellón y chupitos, que es como se debe celebrar esa edad.