El mundial de Gabriel Rufián

OPINIÓN

A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

14 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya decía Luis Enrique que el fútbol es un deporte muy complicado, tanto que él, con su tiquitaca, se quedó en octavos de Catar, y este señor fofisano de la foto ha catado todas las finales del Consejo de Ministros. A balonazos, confiando en que la pelota toque el mechón blanco del presunto defensor Pedro Sánchez lo justo para desviarse a propia meta. Los portavoces del presidente del Gobierno salen en tromba a justificar la increíble jugada: «Pero España ya no se rompe». ¿Seguro que no? Sánchez le ha cogido tanto gusto a la Moncloa que cuando estos, se llamen Bolaños, o López o Rodríguez, dicen que no habrá referendo en Cataluña es que estamos a las puertas de que suceda. Rufián, Gabriel Rufián. El presidente del Gobierno ha convertido a este pelotero del montón en una especie de Leo Messi. El rostro perdonavidas del independentista con sueldo en Madrid lo dice todo. Ni le hace falta gritar «andá pallá, Sánchez» para que Pedro se ponga a andar pallá. En ello está.