Y siempre gana el Oviedo

Álvaro Boro

OPINIÓN

Ex Oviedo: Lucien Owona vuelve a Asturias
Real Oviedo

18 dic 2022 . Actualizado a las 10:56 h.

Los derbis en Asturias, como en todos los lados, no se juegan, sino que se ganan. Cualquiera que estuviese por Oviedo hoy veía las ganas y el cariño de la ciudad por llevarse la victoria. Y así fue, 1-0 para el Oviedo, y de milagro porque los azules merecieron nada y menos.

Arrancó el partido con los nervios y la tensión de siempre, uno se va haciendo viejo con las canas y las arrugas que le sacan estos encuentros, y las previas. La zona de Miñor hervía desde bien temprano, no como el Oviedo que tardó en arrancar. El Sporting tuvo la pelota y la iniciativa durante toda la primera parte, pero menos dos sustos de rigor no había nada. ¿En qué momento el futbol se convirtió en un rondo? No lo sé, pero ojalá hicieran eso. Menos mal que siempre nos queda ganar, que es lo único importante, porque como tengan que llenar el Tartiere con su juego van apañados.

Jony, que hubo momentos que parecía como cuando era bueno y estaba en forma, metía el miedo en el cuerpo a todos los ovetenses. Porque el Sporting la tuvo, pero no metió ni la puntita, que es lo que te abre el camino.

El Real Oviedo no es un equipo muy goleador, pero con meter un bolita tuvo suficiente para ganar. Marcó Borja Bastón gracias a un penalti inútil, uno de éstos que haces en cadetes y estás toda la temporada chupando banqueta. Bastón tiró el penalti como se debe: con la seguridad de que va a ir dentro y la consciencia de que entra en la historia del oviedismo, que es ser eterno.

Viéndoles jugar uno se replantea qué es el fútbol y la razón por la que me gusta, pero fue pisar el terreno Borja Sánchez y quitar todas las tonterías. Es imposible tratar tan bien a la pelota, porque hace lo que él quiere, como él. No sé si es el mejor o no, pero verle jugar dan ganas de seguir amando a este deporte.

Un derbi no se juega, se gana. Y ganó el de siempre, el Oviedo. Esta historia es siempre la misma, y que siga así. Y qué felices nos hacen.