Los datos económicos ya no venden

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

04 ene 2023 . Actualizado a las 16:19 h.

El presidente Pedro Sánchez está convencido que este año electoral, y por tanto su futuro, se dilucidará en clave económica y social. Y también lo debe de estar el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo, a la vista de la marcha atrás de su partido respecto al apoyo a las medidas anticrisis, anunciada por el vicesecretario, Juan Bravo.

Abstención o voto favorable. Este es el dilema en el que se mueven los populares, en función de que se acepten o no sus propuestas. Pero ha quedado descartado el voto de rechazo. Y tras diez meses de tangana continuada, puede sorprender este giro que en Génova se justifica como una táctica para romper la estrategia del Gobierno de situar a Feijoo en el no, no y no. Después de haberse opuesto a asuntos tan populares como la revalorización de las pensiones, la excepción ibérica copiada por Europa o la bonificación de los combustibles, por citar algunas, creen necesario un cambio.

¿Supone esta decisión que las relaciones entre el Gobierno y el PP van a diferir de las que estamos sufriendo? ¿Quiere decir que entramos en una etapa de negociaciones y pactos en la que se impone aquella oposición moderada que anunció Núñez Feijoo en su desembarco en Madrid? Ni mucho menos. El cambio de postura es obligado. La evolución económica fuerza a los populares a no parapetarse tras el discurso de que los datos son los peores de Europa y que vamos directamente al colapso.

Porque a fuerza de ser sincero, nadie en este país, probablemente tampoco Pedro Sánchez, aguardaba que los datos económicos fuesen los que son. Especialmente comparados con otros estados europeos que estaban en mejor situación. La evolución de la inflación, de los precios de luz y gas y el paro, del que ayer nos anunciaron el mejor cierre de ejercicio de los últimos 15 años, aunque sigue por las nubes, obligan a los conservadores a un cambio de discurso si no quieren verse atrapados en una trampa de la que no podrán salir.

Pero todo sigue igual. Nada cambia. Únicamente que Feijoo y los suyos dan un paso atrás en un asunto que fue el eje central de sus primeros meses tras la decapitación de Pablo Casado. La economía ya no vende y no sirve como argumento para descabalgar a Sánchez. Hay que buscar nuevos asuntos. Y ahí están la ley trans, la reforma del Código Penal, cesiones a los independentistas, alianzas con Bildu, referendo de Cataluña, fondos europeos y lo que vaya surgiendo sobre la marcha. Pese a que Moncloa hable de «los comodines de siempre». Porque Sánchez pretende un año sin sobresaltos, ayudado por las últimas medidas de choque y el descenso de los precios de los alimentos. Si es que lo hay.

Así pues, olvidémonos de que se avecinan tiempos nuevos en el clima político del país. Lo de las medidas anticrisis, de ser lo que parece, no es más que un alto el fuego. Y la historia nos dice que este tipo de concesiones sirven para poco. Porque las guerras siempre continúan.