El latido del jabugo

OPINIÓN

Isabel Infantes | EUROPAPRESS

25 ene 2023 . Actualizado a las 11:30 h.

Esto solo pasa en la política. Para ser más precisos, solo pasa en la política española. Aquí, al político pirómano, en lugar de condenarlo al destierro, en lugar de ponerlo a remojo perpetuo, lo mandan a catar jabugo. Gentileza de Mañueco, etcétera. Como para extrañarse de que de un tiempo a esta parte el número de García-Gallardos se haya multiplicado. A estas horas, la cola de potenciales vicepresidentes autonómicos tiene que estar dando la vuelta a la manzana. Al Juan García-Gallardo pata negra, el genuino, lo han enviado a degustar jamón a Madrid Fusión. Menuda penitencia, esperando a que loncheen la pata del gorrino, en plan «si sale bueno, sepárame un poquito para Santiago Abascal». Donde haya jamón, que se aparten sus medievales principios. Hay trabajos sacrificados y luego está el de este hombre, impagable labor a razón de 80.000 euros anuales. He aquí al alumno aventajado de Vox, escuchando, emocionado, el latido del jabugo.