Cosas difíciles de entender

OPINIÓN

Ignacio Cuesta
Ignacio Cuesta

03 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Empiezan a deshojarse las margaritas ante más de un secreto a voces, y no lo digo por el llamado cierre del mercado de invierno en el fútbol (que terminó en la noche del martes al miércoles), sino por personas que están tratando de buscar su futuro político en otros partidos. Es cierto que en todas partes cuecen habas, pero desde mi punto de vista la situación de Ciudadanos es la más tensa, porque ni con un proceso de refundación de por medio (más bien ha sido un paripé) ha servido para que se disipen las dudas en cuanto a la lealtad de sus máximos dirigentes con la formación. Si ya desde su origen fue un partido totalmente personalista en la figura de Albert Rivera, ahora vuelve la misma película con otras personas emperradas en firmar el acta de defunción. Aunque a nivel nacional solo se ha hablado de Begoña Villacís, hay casos por todo el país que denotan que el futuro de este partido pende de un hilo (de los que he visto, el más alucinante es el caso del Alcalde de Badajoz, que ya es oficialmente el candidato del PP habiendo sido de Ciudadanos hasta hace unos días). En Asturias/Asturies también tenemos un ejemplo. El Alcalde de Oviedo/Uviéu quiere a Ignacio Cuesta en su lista. Lleva mucho tiempo respondiendo a los periodistas que respeta los tiempos de Ciudadanos, pero esta semana ha metido una marcha con la que meter más presión al Primer Teniente de Alcalde, que por el momento no ha aceptado oficialmente la invitación (aunque ya ni acude a reunirse con sus propios compañeros del grupo municipal, por lo que no sería descabellado pensar que en pocos días habrá un nuevo concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu). Tanto en el caso de Cuesta como el de Villacís hablamos no solamente de dos personas que ostentan el segundo cargo más importante en sus respectivos consistorios, sino que además son los coordinadores regionales en Asturias/Asturies y en la Comunidad de Madrid. Por lo que parece, en vez de cumplir con su deber como máximos responsables para salvaguardar los intereses del partido, son curiosamente los primeros en analizar cómo abandonan el barco naranja. Para mí son cosas difíciles de entender en un proyecto colectivo como es (o debería ser) un partido político. No obstante, da la sensación en el caso de Begoña Villacís de que le tendieron una trampa. En las palabras de Isabel Díaz Ayuso parece estar la clave de todo: «Lo mejor de Ciudadanos ya se vino conmigo», dijo estos días pasados, así que más bien parece totalmente interesada la filtración de sus encuentros con determinadas personas del PP (a las que les dijo que quería formar una corriente interna, no sé si al estilo de Izquierda Socialista en el PSOE o qué) para eliminarla del mapa. Así que ni se irá al PP por ‘la cobra’ que le han hecho ni tendrá posibilidad de repetir experiencia de gobierno (y a juzgar por las encuestas, dudo hasta que consiga el acta de concejala). Me resultó hasta curioso que su versión la haya explicado en un salón del hotel Urso de Madrid en vez de la sede de su partido (vuelvo a decir es la máxima dirigente a nivel regional). Ella misma dice que ha vivido lo peor de la política estos días, pero le ha faltado decir que es ella la culpable de su propio espectáculo. No parece que Ignacio Cuesta vaya a pasar por el mismo trance, porque hasta a Diego Canga parece que lo prefiere a cualquier militante del Partido Popular, pero ver veremos qué pasa.

La invisibilidad de muchas lacras sociales nos lleva en ocasiones a asumir una realidad inaceptable. La violencia de género es un ejemplo de ello y en esta semana ha habido un caso que da miedo pensarlo si ocurre en muchas parejas. Se ha viralizado un vídeo de Tik Tok de una mujer llamada Simona, de 23 años y de nacionalidad búlgara, en el que alguien le da una bofetada mientras habla en directo con otros tres chicos. Ellos, ante la escena, se quedan atónitos. En ese momento, la mujer dice que el autor de la agresión ha sido su padre, pero días después se graba junto a su novio para argumentar que todo ha sido un montaje con el fin de conseguir seguidores en redes sociales y de ganar dinero. Son cosas difíciles de entender, porque explicación racional no tiene (ni tan siquiera si fuera una escenificación de mal gusto, que a juzgar por lo que ha circulado por redes, no lo parece en absoluto). El tema no acabó ahí. Ambos viven en Soria, y ante una serie de amenazas fueron a la Policía a denunciarlas, con la consecuente detención del hombre, al que se le ha abierto diligencias en contra en contra del criterio de la mujer agredida, que no solo se negó a interponer una denuncia contra su novio, sino que además rechazó la protección que la Fiscalía solicitaba (y esperó a que saliera su pareja de la comisaría para pasear con él de la mano). No sé qué decir ante esto, porque no somos el dueño de la vida de nadie, pero esta mujer considero que minusvalora que la maltratan, siendo eso algo muy grave e inaceptable.