
Raquel L. Murias (candidata de SOS Occidente-Centro a la presidencia del Principado y coordinadora de la España Vaciada en Asturias)
El paraíso natural es mentira. Y las mentiras no se convierten en verdad por mucho que sean argumentos machacones. Y lo decimos nosotros, que somos gente de pueblo, como la mayoría de los asturianos y asturianas, porque aunque la población se concentra en el triángulo Oviedo-Gijón-Avilés la mayoría, recalco, de quienes desempeñan allí sus trabajos proceden del medio rural. Desde que nació SOS Occidente, que ahora crece al centro como SOS-Centro y de la mano de la España Vaciada, los que nos hemos arremangado con la única esperanza de no ver como el 85% de Asturias se queda desierta y se convierte en un verdadero matorral y donde los que viven allí se han convertido en verdaderos supervivientes, nos hemos dado cuenta de que vivimos en el paraíso de los ciegos, de los que no quieren ver.
La España Vaciada, y nosotros que somos sus marcas en Asturias, tenemos otra forma de entender la política, tan diferente como necesaria: el
equilibrio territorial. En su ensayo sobre la ceguera de José Saramago, ya nos alertaba el premio Nobel de Literatura sobre la responsabilidad de “tener ojos cuando otros la perdieron” y es ahí donde nacemos nosotros. Lamentablemente hay un mal endémico en Asturias y ahora que todos sabemos como se expande una pandemia, y con los datos en la mano no podemos más que decir que sí, que lamentablemente nos hemos convertido en zonas de sacrificio, donde se nos han expoliado recursos y derechos solo en beneficio de uno pocos. ¿De verdad esta política es la que defienden los que se erigen cada día como socialistas?, algunos de los que de verdad sí creyeron en el socialismo deben de estar removiéndose en sus tumbas. Pero esta crítica no es solo para el PSOE, lo mismo les decimos al resto de partidos políticos que han convertido a Asturias en una región en donde, mientras unos miran hacia otro lado, el resto guardan silencio. PSOE, PP, Ciudadanos… qué más da, todos son lo mismo. Ninguno de los 45 diputados que nos representan en Asturias han tenido las agallas de salir a denunciar el espectáculo bochornoso del diseño de los trenes de Feve, que ahora resulta que no caben en los túneles, porque en Asturias hay un pacto de silencio muy peligroso que además, ha robado el espíritu solidario y luchador que mamamos desde pequeños porque somos sus rehenes. Nos han matado la ilusión y hemos perdido la confianza por la política. Pero esa valentía que a ustedes les falta la mamamos mucho más los que salimos de pueblos y aldeas y tuvimos que vomitar en La Espina, camino de Oviedo, a los que se nos obligó a estudiar fuera porque nunca hubo oportunidades para nosotros en nuestras comarcas.
Esa desafección con el mundo rural que solo les llena de orgullo en los estands de Fitur para mostrar un Asturias bucólica es una farsa. Saben de sobre que si de verdad hubiese un compromiso serio como el medio rural hubieran ustedes, sí ustedes, habrían desarrollado la ley aprobada en el año 2007 y que a bombo y platillo anunció Zapatero para enfrentar el reto demográfico. Una ley aprobada en el Congreso y el Senado de la que nunca nadie se ha vuelto a acordar. ¿Para qué invertir dinero donde ya no queda nadie?... No pasa lo mismo con las leyes de Tráfico y otras normativas para las que sí que les corre prisa andar, como aprobar un Real Decreto que permitirá invadir aún más al Occidente de parques eólicos que no generan más que cuatro puestos de trabajo, mientras que los montes de Asturias, completamente abandonados, se convierten en bombas de relojería. Pobres de nosotros el día que se prenda una llama y pobres sus conciencias cuando se devasten pueblos enteros, cabezas de ganados e incluso vidas. La biomasa es una de las bazas primordiales para dar trabajo a las zonas rurales de Asturias, pero el problema es que ustedes no tienen orgullo rural ni decencia. No creen en Asturias.
Se burlan cada cuatro años de la gente, dejan las carreteras intransitables, obligan a personas que viven en Pesoz a coger una ambulancia a las cinco de la mañana para ir a ponerse quimioterapia a Oviedo y le hacen volver a casa vomitando a última hora de la tarde y todo ello... sin despeinarse. ¿Piensan que con la ayuda a domicilio, mal pagada, y que no hace servicios por las tardes ni lo fines de semana, están dando el servicio que merecen a todas esas personas mayores que cotizaron durante toda su vida? Desmantelan los hospitales y hasta los propios médicos, exhaustos, recomiendan a los enfermos que se hagan las pruebas pertinentes en la sanidad privada, tienen a niños y niñas sin transporte público y a la mitad de Asturias sin escuelas de 0 a 3 años… ¿van a conciliar ustedes así? ¿qué modelo de región es esta? La debacle. Ojos que no ven...
Lobos comiéndose cabañas ganaderas, ni una sola medida seria para favorecer el tejido industrial a coste cero en las zonas de baja densidad demográfica. ¿Qué será de las Cuencas cuando todos los prejubilados de la mina fallezcan? Cierran las térmicas sin tener un programa consolidado que garantice la energía. Van a tumbos, como vamos nosotros por los baches del corredor del Navia o de la As-15. Un Ave que nadie sabe si llegará. Hace veinte años se invirtieron 13 millones de euros para dar servicio a un pueblo, Bulnes, 27 habitantes. Así nos enseñaron a ser en los pueblos, a ayudar al de al lado, a mantener la red, a cuidarse y solidarizarse con el vecino.
No hay más ciego que el no quiere ver. Hemos llegado a la política y vamos a quedarnos, vamos a ser su piedra en el zapato y vamos a luchar como nos enseñaron en nuestras casas. No tenemos financiación de partido, lo sacamos de nuestros bolsos, no tenemos más aspiración que la más importante: poner a la zona rural en el lugar que nos corresponde. Ustedes no supieron verlo, peor, no quisieron. Aquí están su gafas.
Raquel L. Murias (candidata de SOS Occidente-Centro a la presidencia del Principado y coordinadora de la España Vaciada en Asturias)
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