Next Gen?

Manuel Blanco Desar
Manuel Blanco Desar EUROPA NOSTRA

OPINIÓN

JULIEN WARNAND | EFE

23 mar 2023 . Actualizado a las 09:14 h.

El humor bruselense es tétrico. Bautizar como NextGenerationEU el mayor plan de recuperación de la Unión Europea parece una broma, sobre todo considerando que es nuestro Plan Marshall del futuro, con más de 750.000 millones de euros. El humor negro lo pone el decaimiento de la próxima y siguientes generaciones europeas, así como el envejecimiento galopante de nuestra población, que pasará de los 43,1 años de media a los 48,7 al final de este siglo, siempre según Eurostat.

En la Comisión europea hay una vicepresidenta, la croata Dubravka ?uica, presunta responsable del futuro demográfico de Europa, según aclaró Von der Leyen cuando la designó el 1 de diciembre del 2019. ¿Y qué? Pues nada. Dejando pasar el tiempo y devengando su pensión de la UE, que rondará los 15.000 euros mensuales.

Sin los británicos, ya llevamos cerca de dos millones de fallecidos por el covid. El exceso de mortalidad de la población europea respecto al 2019 es terrible. A esto se agrega una lastimosa fecundidad, sobre todo en el sur de la Unión. ¿Acaso no resulta hiriente hablar de la NextGenEU con cara de palo? No vamos bien y necesitamos ir mejor, al menos para garantizar nuestro modelo social, con pensiones dignas, sanidad pública de primer nivel mundial, educación capaz de apoyar a la industria competitiva del futuro en ciencia y tecnología, una defensa europea autónoma y disuasoria…

Las bases del porvenir se asientan hoy, pero por desgracia la señora ?uica parece aguardar a cobrar su pensión, tras percibir más de 20.000 euros mensuales de sueldo y otras gabelas. Fue espabilada, al dejar de ser profesora de inglés en la Yugoslavia comunista y apuntarse al caballo ganador del HDZ croata. Luego, la marea la posó en Bruselas, hasta hoy. Sin embargo, los europeos necesitamos resultados, no diletantismo.

Modestamente, para que esto no termine en una Euro-Progeria generalizada, cuya inmensa carga recaiga en los escasos niños y jóvenes al hacerse adultos, tal vez podría estudiar modificar las directivas de contratación pública y los reglamentos de ayudas estatales, para otorgar compensaciones al proletariado en sentido etimológico. Entre el equipo de la señora del HDZ quizás haya alguien capacitado para desbrozarle los textos jurídicos, salvo que esté rodeada de conmilitones, como los de aquella comisaria gala de ciencia e investigación que colocó a su amigo dentista para divagar cual «científico» sobre el sida. Sucedió hace más de 20 años y véase la evolución de las patentes europeas frente a China o Estados Unidos. De mal en peor. Los resultados cuentan, la divagación sobra.