Bésame mucho

César Casal González
césar casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Capotillo

23 abr 2023 . Actualizado a las 11:00 h.

Ya sabemos que celebramos los días de todo. El día del agua, el del viento, el del fuego, el de la tierra… Solo por hablar de los cuatro elementos fundamentales. La semana pasada se conmemoró, como se hace el 13 de abril de cada año, el día internacional del beso. Sin duda, hablamos del quinto elemento: el beso. 

El que de verdad mueve el planeta. Sin besos no somos nada ni nadie. El beso de común acuerdo es la manera más elegante que existe de tapar una boca. El beso es el grito silencioso del corazón. El beso es sístole y diástole. El beso permite hacer de maravilla la contracción y la relajación del corazón. Como dice la ciencia, la sístole es la fase de contracción del corazón, en la que la sangre es bombeada a los vasos, y la diástole es la fase de relajación, que permite que la sangre entre en el corazón. Con un beso, esa función se hace a las mil maravillas.

Ya sabemos que hay estudios para todo. Con motivo del día internacional del beso —que se celebra por un maratón que hay en Tailandia y en el que estableció el récord del más largo, sesenta horas a ello, no sé cómo respiraban—, los científicos han dicho que besarse mejora la salud. Según la investigadora y experta en biología del amor Helen Fisher, el beso estimula los tres sistemas cerebrales del ser humano: el del deseo sexual (aquí aparece la testosterona tanto en hombres como en mujeres), el que regula el amor pasional (vinculado a la dopamina) y el que controla el apego (la oxitocina). Besar también provoca la liberación del neurotransmisor serotonina para sentirse bien.

Con los abrazos y las caricias, sucede algo parecido. Es la importancia del cariño. El valor de la ternura. El duende de la piel. Este año, después de tanta pandemia y tanta boca oculta tras las mascarillas, el día del beso nos ha golpeado con más fuerza.

En las televisiones pusieron los míticos besos famosos del cine y la fotografía. El beso mojado por las olas en la arena de la playa en De aquí a la eternidad. El beso del adiós, siempre nos quedará Paris. Ingrid Bergman era una de las actrices más altas de la época, con 1,78 metros de altura, mientras que Humphrey Bogart medía 1,73. Para rodar la escena, al actor le pusieron unas enormes alzas en los zapatos de casi 10 centímetros.

Pero no estropeemos la poesía con datos. Volvamos a las bocas que se buscan y se encuentran. A esa manera única de recuperar el aliento que nos falta en la vida cogiendo aire en la boca de tu pareja. El beso es la mejor respiración asistida que existe. El beso de Cinema Paradiso. El beso de la fotografía de Robert Doisneau. El beso de Rodin. El beso de Klimt, alucinante. El beso es premonición. Con un beso sabemos qué habrá mañana y pasado. Con dos besos, sabemos que la tierra no existe y que el cielo está al alcance del tercer beso. La boca es, sin duda, uno de los órganos sexuales más importantes. El sexo hablado no suele necesitar traducciones.

Bésame mucho, como cantaba Sara Montiel, como si fuese la primera vez. Los perdedores y los perdidos besan mejor. Tal vez, porque es lo único que tienen. Felices y feroces besos.