Sé este negro que yo te digo

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

24 may 2023 . Actualizado a las 09:13 h.

Ajena a los intríngulis del fútbol, el escándalo Vinicius Junior me pilló sin saber por qué esos con los que convivimos se ensañan en concreto con él, de dónde sale ese historial de infamias con destinatario único, esa retahíla de salvajadas que sonroja, «negro cabrón, recoge el algodón», porquería fina que se dispara contra esa persona y no contra otras. Resulta que el jugador del Real Madrid señala a quienes lo insultan, apela al sistema que los protege y nos sonroja porque su indignación delata al asqueroso racista que puede que todos llevemos dentro, qué sorpresa. Da igual lo que Vinicius haga en el campo. Cuántas veces a los negros, pero también a los gitanos, a las mujeres, a los maricas, a los pobres, incluso a esa gentilla de género A, B, C con la que hace bromacas Aznar, se les exige que se comporten como negros, como gitanos, como mujeres, como maricas y como pobres, que encajen en la estantería social asignada y que no abusen de esa concesión que la mayoría dominante tiene el detalle de administrarles.

Hace unos años, el escritor Moncho Alpuente organizó una exposición sobre la Sección Femenina que durante décadas adoctrinó a las españolas y las instruyó sobre cómo ser mujer. Las normas eran un código selecto sobre los límites, un mapa de fronteras que las señoras no podían traspasar sin sufrir las consecuencias, diseñado todo por Pilar Primo de Rivera. «No hay que ser una niña empachada de libros que no sabe hablar de otra cosa, no hay que ser una intelectual»; «no tomes el deporte como pretexto para llevar trajes escandalosos»; «disimula tu presencia física en el trabajo»; «si tu marido te pide prácticas sexuales inusuales, sé obediente; si él siente la necesidad de dormir, no estimules la intimidad». O sea, sé esta mujer que yo te digo. O sea, sé este negro que yo te digo.