En el nombre de ellas

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

NETFLIX

04 jun 2023 . Actualizado a las 10:01 h.

Abusos. Pornografía infantil. Adolescentes. Chicas de quince años literalmente en manos de un depredador. Netflix ofrece esta historia de terror. La plataforma ha rescatado una serie documental con niñas y monstruos. En el nombre de ellas cuenta la historia de las víctimas del fotógrafo de moda Kote Cabezudo. Jóvenes, muchas menores, que soñaban con los focos. Pero acabaron en lo que, en palabras del fiscal, fue una pesadilla que parecía un cruce entre los casos Epstein y Weinstein. Ese mismo fiscal que no ve un único villano en este cuento y que lamenta cómo durante años se intentó borrar a las denunciantes mientras ellas eran chantajeadas una y otra vez por un delincuente al que nadie paraba los pies. Porque el otro monstruo del cuento es el fracaso del sistema. Un sistema que parece susurrar: «Tú sabías a lo que ibas, bonita, no me cuentes que solo ibas a cumplir dieciséis. Tú volvías porque querías, no me digas que te amenazaban con colgar en webs tus vídeos y fotos. Tú, que querías ser modelo, deberías asumir que eres un producto de usar y tirar. Tú, pobre polilla, te prestaste a ese juego y te quemaste». El sistema susurraba. No gritaba, no, que gritar está muy feo, es muy vulgar, muy evidente. Susurró durante los nueve años que pasaron desde la primera denuncia hasta el juicio, con su fina lluvia de alfileres. Susurros. Y silencio. El de esas instituciones que se pusieron, más que de perfil, de espaldas. El de los que sabían y no movieron ni un dedo. Cuánta tibieza ante los relatos terroríficos de más de veinte mujeres rotas. Como digno broche del esperpento, llegó ese último y fallido intento del condenado de recortar su pena con la ley del «solo sí es sí». Nadie se merece eso. Ellas tampoco.