Despedidas

Luis Ferrer i Balsebre
luis ferrer i balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

Elena Debén Rodríguez
Elena Debén Rodríguez

11 jun 2023 . Actualizado a las 10:46 h.

Hay una diferencia fundamental entre lo que es una pena y lo que es una desgracia. Las penas son hechos tristes que acontecen cuando toca; las desgracias, al contrario, son cosas que ocurren a destiempo. La muerte a su tiempo es un atraque en puerto; la muerte en plena madurez es un naufragio. 

Hace unos días despedimos a una amiga entrañable a la no le tocaba dejarnos, pero la vida juega sus cartas como quiere y a veces da jaque mate a mitad de la partida sin avisar. Es difícil y doloroso despedir a una amiga que llenaba tanto espacio afectivo y personal.

Las despedidas, hoy en día, se distancian cada vez más del rito religioso, buscando nuevas formas con las que elaborar el imprescindible rito, antesala del duelo; son más laicas y festivas, pero siguen siendo igual de tristes. El dolor de una pérdida no se puede adornar con santos ni con flores, ni con vino ni agua bendita. Hay que sufrirlo.

Despedimos a Elena sin cura ni bendición, solo un grupo de amigos incondicionales nos reunimos para cantar y desgranar unas palabras acerca de nuestra querida amiga.

En estas despedidas prima más la expresión emocional que el protocolo de los entierros convencionales, encaminado a contenerlas, más el apretarse juntos frente a la tristeza que la comunión de un pésame enlatado.

Algunos amigos dijeron palabras de cariño, de mucho cariño; otros ensalzaron su figura caricaturizando los rasgos más singulares de su personalidad, que eran muchos.

Pero todos los que estábamos ahí no nos dirigíamos a ella, las palabras eran un bálsamo para nosotros mismos, llenamos la sensación de vacío con palabras de colores, la pena nos la dábamos nosotros, mutilados de una amistad irrepetible. Alguno acertó a señalar que siempre guardaríamos su recuerdo, es verdad. La muerte es lo único que nos hace inmortales, cuando una amiga se va es cuando se queda con nosotros para siempre. Un recuerdo que la hace presente en cada fiesta, en cada baile, en cada viaje, en cada aniversario, en cada detalle de nuestra propia vida asociado a ella.

Hoy toca estar tristes, pero, al salir del túnel del duelo, este dolor de hoy será un recuerdo alegre y apacible que nos acompañará toda la vida. Los que se van permanecen vivos en nuestra mente, siempre nos acompañan. Siempre estarás con nosotros.