¿Es la inteligencia artificial una amenaza para el empleo?
OPINIÓN
Vivimos en una época marcada a nivel global por una transformación digital que afecta todos los ámbitos. Los recursos humanos no son una excepción. Hace 20 años, LinkedIn apenas acababa de nacer y hoy en día es difícil entender los procesos de captación de talento sin esta y otras herramientas.
La inteligencia artificial (IA) es una de las últimas derivaciones de esta revolución. Ya se ha introducido ampliamente en los procesos de selección tanto como primer filtro para los currículos como en otros ámbitos. Hace cuatro años traje un robot humanoide, Sophia, a la International HR Conference para que realizara una entrevista de trabajo delante del auditorio y resultó una experiencia sorprendente para la mayoría. En grandes empresas, hoy es habitual que las primeras entrevistas sean realizadas por aplicaciones de inteligencia artificial.
En el debate de si la IA debe ser vista como una amenaza o una oportunidad, siempre he apostado por lo segundo. Es evidente que algunas profesiones tendrán más facilidad para adaptarse y otros empleos tenderán a desaparecer pero también surgirán nuevos perfiles profesionales. Así ha sido siempre que se ha producido una revolución tecnológica de este tipo.
Lo importante es tener claro que resistirse a los cambios es absurdo porque no van a parar. Por el contrario, debemos prepararnos y formarnos en estas nuevas tecnologías y en la utilización que podemos otorgarle en nuestro ámbito de trabajo. Es necesario comprender, en primer término, el alcance, los beneficios y los posibles perjuicios de cualquier nueva tecnología y después saber adaptarnos a esta nueva realidad Las consultoras vamos a jugar un papel muy relevante facilitando estas herramientas, tanto a los jóvenes talentos como a los directivos para adaptarse a la revolución laboral que estamos viviendo.
¿Significa esto que el factor humano va a perder relevancia? Más bien, al contrario. Los procesos se agilizan, las competencias técnicas están cada vez al alcance de más personas y esto ha ido poniendo en valor a la hora de contratar y fidelizar a los trabajadores cualidades puramente humanas como la creatividad, el emprendimiento, la empatía y el compañerismo. Porque la IA puede discernir las aptitudes y competencias de un trabajador o un candidato pero solo nosotros podemos valorar las habilidades sociales.
Hace unos años tuve la oportunidad de asistir a un programa ejecutivo en la Singularity University en el que se concluía que en poco tiempo, gracias a las nuevas tecnologías, nuestra jornada laboral se reducirá notablemente sin mermas en la productividad. En nuestra propia consultora, hace dos años implantamos la jornada laboral de cuatro días sin disminución de salario y los resultados solo han sido positivos. Es solo un ejemplo de los cambios en la cultura de trabajo que compañías y profesionales deberán afrontar en los próximos años.