Populistas mayorías absolutas

Juan Miguel Fernández Fernández

OPINIÓN

Mesa electoral, en una imagen de archivo
Mesa electoral, en una imagen de archivo ALBERTO LÓPEZ

03 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando aún no habíamos superado la resaca de las elecciones locales, nos metieron de lleno en otro resacón electoral en el que todavía estamos inmersos. En tanto y cuanto se resuelve la gobernabilidad del país, cosa para nada sencilla, volvamos por un instante la mirada atrás y recordemos algunos casos curiosos que nos trajeron aquellas elecciones municipales.

Todos sabemos que Cataluña no es precisamente un territorio propicio para el PP, más bien al contrario, allí su presencia en las instituciones es raquítica en extremo. Pues bien, una gran ciudad como Badalona, está regentada por el PP de la mano del polémico García Albión. Por el contrario, Castilla y León es donde el PP tiene repetidamente abonada la zona para sus siglas, tanto a nivel local, autonómico como estatal, pues curiosamente en una de sus capitales, en Zamora, como en una isla en el océano, gobierna IU. También se puede añadir como caso sorprendente en gobierno de la ciudad de Vigo indiscutible en posesión del PSOE en otra comunidad tradicionalmente dominada por la derecha en todas sus formas.

Se podrían poner más ejemplos si recorremos a fondo España, pero fijemos el objetivo en otros casos más cercanos, miremos dos ciudades importantes de Asturias. Oviedo liderada por Canteli y Siero donde Angel García sigue arrasando. De no ser porque gustan de estilos de vestir diferentes, se podría decir que son dos almas gemelas. Si a Canteli lo trasladamos a Siero y a Cepi a la capital, en nada se notaría la forma de gestionar los ayuntamientos. El de Oviedo quiere que su ciudad luzca, que sea admirada, nada le importa más. El de Siero lo que quiere es crecer, en todos los órdenes y cada día más. A raíz de los resultados electorales parece que los vecinos coinciden en las preferencias.

Aunque el Occidente de Asturias tiene sus particularidades, a la hora de votar también ofrece casos dignos de estudio. Villayón es un municipio pequeño donde el PP ha alcanzado el mayor porcentaje de voto de toda Asturias, un 83 %, lo que evidencia que la actual alcaldesa no tiene oposición posible, y que los vecinos se identifican con sus formas de hacer ya heredadas de su antecesor. En Valdés el actual regidor vio respaldada su actuación con una mas que holgada mayoría, lo que demuestra que su exposición en público casi permanente le dio resultado. Si nos trasladamos a Salas, encontramos que su alcalde, un hombre seguidor de Cascos, ahora huérfano de partido, fue refrendado por los votantes de forma destacada.

En todos los casos queda claro que más que siglas, más que ideología, se vota a personas por ser quien son sin entrar en mayores detalles. Prima sobre todo, la limpieza de las calles, ampliar un polígono, exponer un jardín, iluminar la Navidad, asfaltar unos caminos, sin que en ningún caso se entre a valorar los costes o las prioridades. En resumen populismo en toda regla.