Marca España

OPINIÓN

Imagen de Luis Rubiales durante la Asamblea Extraordinaria en la que no dimitió
Imagen de Luis Rubiales durante la Asamblea Extraordinaria en la que no dimitió

01 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay algo que me asombra mucho es cuando un título o eslogan triunfa y es recordado en el tiempo al margen de si se ha cumplido o no la función para el que fue creado. «Lo de la Marca España» es un ejemplo. Cuando llegó Mariano Rajoy en 2012 a La Moncloa quiso frenar las innumerables noticias negativas que se difundían por medios de comunicación de todo el mundo (nos nombraban «pigs»[cerdos] a los cuatro países del sur de Europa con problemas económicos: Portugal, España, Italia y Grecia). Para ello, creó un alto comisionado (que ni sabemos qué se hizo o se dejó de hacer, y eso que España tiene muchísimas cosas positivas para vender) con ese nombre, y desde entonces es recurrente utilizarlo cada vez que queremos vincular un hecho a un comportamiento generalizado entre las y los españoles. 

Es verdad que dependiendo de nuestros puntos de vista la utilización de estas dos palabras juntas sirven para aglutinar cosas diferentes. ¿Es más Marca España la imagen que se está viendo por todo el planeta con el caso Luis Rubiales o que nuestro país haya cedido a la OMS la patente de su vacuna contra el coronavirus? Es verdad que la segunda noticia, que es un acto de generosidad y de apuesta por la ciencia, ha pasado muy desapercibida, entre otras cosas por las polémicas que sigue acarreando todo lo que ocurrió tras la final del Mundial de Fútbol Femenino en Australia. En mi último artículo dejé constancia de la incertidumbre que había mientras escribía con si Luis Rubiales iba a dimitir o no, y aunque en casi todos los medios de comunicación se daba por segura su salida, yo no las tenía todas conmigo (hice bien no darlo por hecho cierto). Todas y todos salimos de dudas hace hoy una semana cuando vimos el bochorno de esa asamblea.

Hoy podemos decir que fue la muerte de una crónica y que a Luis Rubiales le pareció más conveniente morir matando, porque teniendo todo a su favor para disculparse de verdad (no como hizo en ese vídeo en un pasillo del aeropuerto de Doha) solo reconoció su mala actitud en el palco, pero en cambio confirmó que le parece normal darle un beso en la boca, sin su consentimiento, a una persona (en el caso del que hablamos, a una empleada). Dejó claro que no tiene complejo alguno en autodefinirse como un machista de manual. Hay quien justificaba su atrincheramiento en la presidencia de la RFEF por mantener esa posición predominante, y no es descabellada esta reflexión porque tal y como vimos en muchos de los asambleístas, allí nadie le tosió.

Yo reconozco que no sé si me dio más pudor Luis Rubiales o todas esas personas que decidieron aplaudir su discurso, en el que se permitió el lujo de dar lecciones mientras insultaba al movimiento feminista. Entre esos palmeros se encontraban Luis de la Fuente y Jorge Vilda, que con toda su cara y una vez que la FIFA suspendió en noventa días las funciones de Luis Rubiales, lanzaron sendos comunicados criticando lo que todas y todos les vimos aplaudir (espero que los dos no continúen en los banquillos del equipo masculino y femenino). 

Ya para nota es la argumentación dada por José Ramón Cuetos Lobo, presidente de la Federación de Fútbol de Asturias/Asturies. Según él, nadie puede dilucidar sobre qué tema él se puso a aplaudir (hasta donde sé, Luis Rubiales no habló de otro asunto más que el de su machistada contra Jenni Hermoso, así que es absurdo que se justifique en que le vitoreó por su gestión deportiva y económica). Me comentaba un amigo cuando leía sus declaraciones en un periódico regional, que eso de que «quien me puede quitar es el fútbol asturiano, no los políticos».

le sonaba a lo que la derecha de este país quiere hacer con el Consejo General del Poder Judicial (órgano que va camino de cinco años bloqueado), que es que los propios jueces se elijan entre ellos. Lo que sí es evidente es que con ese voluminoso presupuesto que gestiona la Real Federación Española de Fútbol (400 millones de euros, que para hacernos una idea de su poder, en un concejo de 220.000 habitantes como Oviedo/Uviéu su ayuntamiento tiene uno de 292 millones de euros en este 2023) se puede explicar que hace una semana nadie quisiese decir ni pío hasta que actuase alguien (como hizo la FIFA). Poderoso caballero es Don Dinero, que diría Francisco de Quevedo. Pienso que la limpieza y la renovación debe afectar a todo el fútbol español.

Esta crisis no termina por el fin de Luis Rubiales como presidente de la RFEF, por lo que hay que tomar decisiones más drásticas. Se hace imprescindible dejar de ver esas imágenes patéticas de presidentes de las territoriales en las que todos son hombres y no precisamente jóvenes. La Marca España que quiero es feminista, así que entre esos cambios estructurales a realizar se hace imprescindible la incorporación de mujeres en los órganos de decisión, y más en una institución que por muy privada que sea, nos representa como país ante todo el mundo.