La buganvilla es una planta trepadora perteneciente a la familia de las nictagináceas. Sus brácteas florales de color rosa, rojo o púrpura se sitúan alrededor de una flor pequeña con la forma de un tubito alargado, recorrido por costillas de color purpúreo o purpúreo-verdoso. Estos días lucen espléndidas, vistosamente coloreadas, en muros y jardines de nuestros pueblos.
Su indiscutible belleza merece recordar las fascinantes historias en torno a la expedición que propició su descubrimiento y posterior traslado a Europa. Su nombre proviene de Louis Antoine, conde de Bougainville, navegante francés que la trajo a Europa, y fue descubierta por Philibert Commerson, el botánico que le acompañó en su expedición alrededor del mundo. La planta es nativa de Brasil, Colombia y otras partes de Sudamérica
Louis Antoine de Bougainville pasó a la historia de la exploración por circunnavegar el globo terráqueo. Cierto que desde Magallanes y Elcano lo habían hecho ya unos cuantos, pero hasta esa fecha ninguno de estos era francés. Es Luis XV quien le proporciona dos naves para dar la vuelta al mundo, La Boudeuse y L'Étoile, y un equipo expedicionario formado por un astrónomo, un cartógrafo, el naturalista Philibert Commerson y su ayudante, Jeanne Baret, que se disfrazó de hombre para colarse en la tripulación.
Jeanne Baret fue una botánica francesa y está considerada como la primera mujer en dar la vuelta al mundo, la pionera oceánica. Fue en torno a 1766, en que las mujeres no podían embarcarse en buques de guerra, cuando Jeanne se disfrazó de hombre para enrolarse. Commerson y Baret recogieron más de 6.000 ejemplares de plantas, que hoy se conservan en el Museo Nacional de Historia Natural de París.
El reconocimiento de su papel como primera mujer en circunnavegar el globo y sus trabajos científicos quedaron en un segundo plano hasta que, en el año 2011, Glynis Ridley, profesora en Kentucky, publica el libro El descubrimiento de Jeanne Baret. Tras la publicación, en 2012 una planta recibe el nombre de Baret. En ese año Eric Tepe, un botánico de la Universidad de Utah, en Estados Unidos, le puso el nombre de Solanum baretiae a una especie sudamericana perteneciente al mismo género que la patata y el tomate.
«Siempre he admirado a los exploradores, especialmente a los botánicos —escribió Tepe—. Muchos, al igual que hoy en día, enfrentaron dificultades, pero ninguno pasó tantos sacrificios como Baret». Más recientemente, un grupo internacional de científicos describió Acinetobacter baretiae, una nueva especie presente en el néctar floral. Hoy Jeanne Baret es un referente como mujer pionera.
Si cada planta nos cuenta una historia, la de la buganvilla y Baret es apasionante, pero es solamente una más de las que encierran nuestros jardines, auténticas bibliotecas vivas.
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