María Pedreda

29 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Primera pieza

El mundo es un cúmulo de náuseas. En su obra La náusea (nosotros tenemos un ejemplar de 1999 publicado por Unidad Editorial), Sartre constata que la náusea se despliega fuera de uno. Está parapetada en cosas y personas. En personas actuantes y en cosas activadas por personas. Y es así que esta «gran náusea» vacía de humanidad a las cosas y a las personas. Todo pierde significado. El sinsentido es perenne. El existencialista francés hace decir al protagonista: «La náusea no me ha abandonado, me posee».

Ante la miseria que es el mundo, el narrador encuentra, precisamente en la narración, el latido de la decencia. Narrar es una tarea de titanes. El hoy es inenarrable. La narración ha muerto. En su lugar, la fragmentación: los tuits, el acerado verbo fácil… Siempre texto limitadísimo, y sin contexto. Siempre injurioso, soez, falaz, arbitrario. La narración, por el contrario, pide reflexión, explicación, veracidad y ética.

Segunda pieza

El pasado jueves 19 Díaz Ayuso le «otorgó» a Mónica García, portavoz de Más Madrid en la Asamblea madrileña, el título de «antisemita». Esto es: acusación injuriosa, soez, falsa, arbitraria, y sin contexto. Fragmentaria para que cale en los huesos de la marabunta populista, siempre en disposición de golpear (golpista). Recuérdese: García reprochó a Ayuso que no condenase la masacre israelí en Gaza, como sí condenó la de Hamás en Israel. Porque ambas masacres son eso: masacres.

Relevante es que la extrema derecha (PP) y la extrema derecha (Vox), herederos del fascismo (ellos, que tanto gustan hablar de heredad: «Bildu es heredera de ETA», aunque tal heredad no haya sido fijada por juez alguno), se golpeen el pecho por los israelíes. Franco era un antisemita declarado, y fogoso. Franco era un «amante» de los moros, que de ellos se rodeó para dar rienda suelta a sus instintos asesinos. Relevante es, pues, esta metamorfosis de las camadas del Caudillo. Relevante y nauseabunda, en armonía con sus «almas» henchidas de aporofobia y xenofobia.