Ministerio de la Felicidad

OPINIÓN

SUSANA VERA | REUTERS

20 nov 2023 . Actualizado a las 09:59 h.

No me voy a referir a la conocida novela de Arundhati Roy. Y tampoco voy a hablar de los libros de Enrique Rojas o de su hija Marian. Lo que ha llamado mi atención estos días es que el Gobierno ruso parece estar tomándose muy en serio el tema de la felicidad de sus ciudadanos. Efectivamente, Valentina Ivanovna Matvienko, la millonaria presidenta del Consejo de la Federación de Rusia (la cámara alta o senado), ha propuesto la creación nada menos que de un Ministerio de la Felicidad.

La rusa no es la primera iniciativa al respecto, es cierto. Nicolás Maduro creó en el 2013 un Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo, y el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos creó en el 2016 el Ministerio de la Felicidad. Ese mismo año, el estado indio de Madhya Pradesh se dotó de un órgano similar.

En todos los casos, se trata de generar en el país correspondiente bondad social y satisfacción como valores fundamentales. No sé a ustedes, pero a mí me resulta tremendamente curioso que sean gobiernos claramente autocráticos los que estén hablando de esto. En el caso venezolano y ruso, además, gobiernos que están llevando a sus países a la ruina, a la infelicidad más absoluta.

No hablamos de una distopía de novela, qué más quisiera, sino de una cruda realidad. Que, por cierto, amenaza ahora mismo con enraizar también en nuestro país. De nosotros depende si nos dejamos engatusar con cantos de sirena y rancio paternalismo estatal.