Prohibir, mejor que educar

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

MONICA IRAGO

17 dic 2023 . Actualizado a las 13:02 h.

Es una batalla perdida. Es más fácil prohibir que educar. Los profesores no tienen la culpa. Son los que más se dejan la piel en que nuestros hijos aprendan. Los padres muchos veces somos los peores. Cierto es que el hecho más importante que te pasa en la vida, que es ser padre, no viene con manual de instrucciones. Los políticos, ahora el Gobierno central, lo único que hacen es sumarse a lo sencillo. Ya estaban casi prohibidos los móviles en muchos centros. Pero vayamos más allá. Hay que eliminarlos del todo. Venga. En los recreos. En las entradas y las salidas del centro. En las actividades extraescolares. Menos mal que la Xunta dice que aquí las decisiones se debatirán y tendrán una lógica.

Hay muchos chavales que tienen que llevar el móvil consigo. Lo necesitan para comunicarse con sus padres al salir del colegio. Pero hemos optado por el camino recto. Prohibir. Una compañera me dice con razón que es la táctica de ponerse la venda. Tapemos los ojos y tapamos los móviles. Así ya no vemos la realidad tecnológica en la que vivimos. Una realidad que genera muchos problemas en los chavales, pero siempre por su abuso, no por su uso. ¿Han pensado las Administraciones que no hay nada más atractivo para un adolescente que lo prohibido? Dice una docente que ya ha visto cómo quitarles el móvil les genera un mono tremendo. Así es que muchos aplauden la medida. Desde Galicia, el conselleiro Román Rodríguez, nos pide a los padres que los acompañemos en la decisión. Cero problemas. Los que ya se lo curran, lo seguirán haciendo. Y los que abusan ellos más del móvil que sus hijos, lo continuarán haciendo.

Estamos añadiendo fuego a la llama. Ya está dicho por expertos. Es ponerle puertas al campo, límites al océano tecnológico. Claro que pasarse cientos de horas con el móvil es perjudicial para la salud física y mental. Pero también es una herramienta educativa. Un móvil contiene muchas más cosas que sufrimiento. Simplificar nos lleva a prohibir.

Me gustaría saber qué es lo primero que hacen por las mañanas nuestros políticos. Apostaría a que, Rueda y Pilar Alegría, mirar y remirar el móvil. Sus asesores se pasan el día mirando y remirándolo por ellos para resumirles lo que juzgan oportuno. El móvil nos conecta con muchas cosas: buenas y malas. Educar, educar y educar. No prohibir. El uso, no el abuso. Le pregunto a la inteligencia artificial de Bing, ChatGPT-4, que me busque en sus millones de datos algo positivo de los móviles y me dice: «Los teléfonos móviles tienen muchas ventajas. Son herramientas extremadamente versátiles que pueden hacer mucho más que llamadas. Son cámaras, dispositivos GPS, consolas de entretenimiento y pueden contener documentos. Además, millones de aplicaciones permiten a las personas personalizar completamente su teléfono para satisfacer sus necesidades. Los móviles pueden ser una herramienta de aprendizaje eficaz para los niños, ya que pueden ayudarles a reforzar las lecciones aprendidas en la escuela». Pero la inteligencia artificial es parte, ¿no? Venga, a prohibir la inteligencia artificial también, en vez de discriminar su uso positivo. El ser humano, da igual la edad, teme lo que no conoce.