Recién salido de la gruta, elegante y aseado, el concejal de Madrid Ortega Smith se dirigió insultante y amenazador a un diputado de Más Madrid sin que, al parecer, la agresión tuviera consecuencia alguna. No es la cuestión que me interesa, pero una cosa es un roce en el baile del pueblo y otra es una intrusión grosera y amenazante en el espacio aéreo de un compañero de corporación. Si los representantes de los ciudadanos se comportan como matones de discoteca, al menos que pongan música en los plenos; yo les sugiero a Leticia Sabater. Pero vayamos a la cuestión central.
En el caso del señor Ortega Smith llueve sobre mojado. Es un ejemplo palmario de la llamada «España cañí», una especie de torero con arrojo, que se dedica a arrojar improperios y a dirigir el tráfico en Ferraz dando órdenes a los policías. Es un hombre que se ha enfrentado al coronavirus: «Mis anticuerpos españoles luchan contra los malditos virus chinos», declaró.
Macho Man es un superhéroe. En el 2016 participó en un acto reivindicativo en el que un grupo de activistas desplegaron una bandera de España en una ladera del peñón de Gibraltar para reivindicar el retorno del territorio del Reino Unido a España. Ortega Smith regresó a nado para evitar cruzar la frontera británica de ultramar; desde Johnny Weissmüller en el papel de Tarzán no había visto nada igual.
Con estos antecedentes es normal que le voten, de hecho en Atapuerca ha quedado al borde de la mayoría absoluta, según el recuento de las papeletas fósiles. También se ha encontrado en la sima una especie de placa de matrícula, presumiblemente de un troncomóvil, en que figuraba la inscripción «Macho Smith». La única manera de entender sus ideas reaccionarias es con técnicas de datación con carbono 14, algo que deberíamos aplicar también al presidente del pleno, que nadie sabe para qué sirve exactamente. Pronto habrá una campaña de firmas pidiendo la donación de esos cerebros a la ciencia.
Creo sinceramente que la aparición de Vox y estos líderes ha empeorado sustancialmente la política española. No discuto la legitimidad, al fin y al cabo les han votado, pero, además de ser unos maleducados provocadores, son muy vagos: entre toros, misas y monterías por España, no tienen tiempo para nada.
En fin, espero que el concejal agredido se recupere del susto y todo vuelva a la normalidad. Sobre Macho Smith no se preocupen, Dios los cría y ellos se juntan en la caverna.