Ya está bien, señora Ayuso. Y, digo señora, porque aún mi mente es clara y mi educación por bandera. Respeto las urnas, soy demócrata y a usted le han elegido por «mayoría» los madrileños…
Sí, mire que digo los madrileños; pero no, el resto de los españoles que tenemos nuestro propio criterio y autogobierno.
No traspase las orillas del Manzanares y enarbole la bandera «ancha es Castilla» y nos quiera un día sí y otro también dirigir nuestros pasos a través de los soflamas que le permiten airear los medios de comunicación.
Ya está bien. De vez en cuando se lo recuerdo en mis artículos (tendría que estar las 24 horas del día recordándoselo) porque no hay momento y ocasión que no coja al vuelo para poner en solfa al gobierno central o al discurso «libre» de ciertos partidos de la periferia.
Creo que tiene un papel amplio, importante y complejo con gobernar y preocuparse de las cosas y las personas de su autonomía. «Zapatero a tus zapatos».
Y, le sugiero, una vez más, con cariño sincero que nos deje en paz al resto de los españoles y dedíquese a su noble tarea de Gobernar la autonomía madrileña. Será más feliz y hará más felices a los propios madrileños.
A no ser que, y éste es, creo ser su problema, que siga con la confusión absolutista de que: «Madrid es España y lo demás tierra conquistada».
Basta ya, repito sin insistir con vehemencia de calle, sino con argumentos de reflexión profunda y calma entera.
No quiero involucrar a este medio que recoge mis reflexiones y traslada a sus lectores de forma democrática y sin insulto por argumento.
Desde el encuentro y el diálogo que practican las dos orillas del río en su caminar al mar, le ofrezco esta ventana de aire fresco que ofrece la bandera de la escucha del otro, camino de la libertad.
Basta ya de bulos, embustes y amparo en las sombras de esa prensa mezquina que roba a sus lectores ser informados en la verdad.
La verdad que no es patrimonio de nadie, sino bien objetivo que todos debemos salvar.
Basta ya de soflamas desde ese púlpito suyo de la capital. Del cual hace uso exclusivo, como si fuera su regalo de reyes permanente y los demás siervos de gleba del señor feudal.
Basta ya, Señora Ayuso: BASTA, YA.
Comentarios