Pornografía en la red

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre EL TONEL DE DIÓGENES

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

21 ene 2024 . Actualizado a las 11:14 h.

La mitad de los jóvenes españoles entre 12 y 15 años han consumido pornografía al menos en alguna ocasión y el 25 % de ellos reconocen haberlo hecho antes de los 12 años. Frente a esta realidad, el Gobierno se ha visto obligado a buscar soluciones, pero, como siempre ocurre en la era digital, los hechos van por delante de las respuestas, aunque no será porque los profesionales llevemos años alertando de que algunos contenidos de internet había que regularlos.

La sexualidad humana no es como la del resto de los animales, en el ser humano el encuentro con lo sexual siempre es traumático. Lo es porque nosotros no estamos programados para responder a los instintos de forma automática y con una precisión relojera. El ser humano no dispone de mapa alguno para orientarse en el territorio del primer encuentro con lo sexual, por eso es traumático.

El compañero psicoanalista Manuel Fernández Blanco lo expresa muy bien cuando afirma que «el trauma no se deriva del encuentro con la sexualidad en sí, se deriva de que ese encuentro se produce sin un saber previo disponible para asimilarlo. La definición mas simple del trauma es esa: es el encuentro con lo sexual en ausencia de un saber sobre lo sexual. Lo traumático es la ausencia del saber».

En el animal, las hormonas despiertan el instinto sexual cuando se llega a un cierto grado madurez. Corteja, baila, pelea y tiene ritmos y tiempos exactos de celo, receptividad y apareamiento. El humano, en cambio, puede alterar tiempos, ritmos, cortejos y formas, lo que hace que cada uno tenga que «inventar» su sexualidad. Por ello, el primer encuentro sexual siempre es desconcertante y difícil, lo que hace que siempre deje una marca, una huella, que condicionará la forma de vivir la sexualidad para siempre.

A diferencia de las antiguas revistas y barrios chinos, el porno en la red no esta oculto y está a disposición de cualquiera, niños y jóvenes incluidos. El descubrimiento del sexo a través internet abarca todas las posibilidades y no son minoría las imágenes que conllevan cierto grado de violencia. Asimilar las formas de relación sexual que se ofrecen como el saber previo acerca de la sexualidad puede llevar a vivir el sexo de forma más traumática que su ignorancia.

Los niños y los adolescentes no tienen aún construida una identidad y sin un cierto grado de madurez pueden creer que eso que contemplan en la red es el sexo normal, esforzándose en hacer todo tipo de parafernalias y piruetas para imitarlo; no tienen en consideración que eso es una película y que los actores y actrices del porno solo tienen escenas pornográficas, no relaciones sexuales normales.