El fondo Gotham City ha acusado a la farmacéutica Grifols de falsear sus cuentas, para así ganar, a corto plazo, unos 16 millones de euros en 24 horas. El fondo BlackRock posee en Grifols, a largo plazo, el 3,9%, es decir, 150 millones. Unidos por el vértice, pero el vértice está en la cúspide. La superpotencia estadounidense quiere seguir dominando la cima mundial. Entre otras cosas, necesita saquear más a los países dominados como España. Para ello, devora nuestras riquezas cada vez más y más. BlackRock y Gotham son dos tiburones unidos por el vértice, pero los hay al mando.
Gotham y Grifols, hay trileros y trileros
A primeros de enero el grupo buitre «bajista» Gotham City Research publicaba un informe acusando a Grifols de ocultar su situación real de un agudo endeudamiento y de cruce financiero con el fondo inversor Scranton. Este fondo —dado que la familia Grifols todavía posee el 31% de la farmacéutica— fue creado por los Grifols para su propia acumulación de capital y su mantenimiento, pero el ataque de Gotham les ha causado una pérdida de 700 millones. Evidentemente los Grifols juegan cuales trileros de salón.
La farmacéutica es un gigante mundial en plasma y derivados de la sangre, tercero del sector a nivel mundial y primero en generación de plasma, del que se prevé un crecimiento anual del 8,25% entre 2023 y 2028, unos 56.000 millones. Por eso, hay tiburones olfateando la sangre que fluye de Grifols.
Entre ellos está el fondo buitre Gotham. Su beneficio sale -que en el caso de Grifols se estima en unos 20 millones de euros- de tomar prestadas acciones a otro fondo de inversión propietario, venderlas en el mercado, ejercer presión a la baja, y recomprarlas a un precio inferior. Como ha declarado cínicamente Daniel Yu —que dirige Gotham— «¿somos los bajistas parciales? ¿Pero no lo son también los fondos de inversión? ¿Por qué el afán de lucro de un bajista lo convierte en alguien malvado pero el afán de lucro de un banco de inversión es bueno?» Gotham juega también como un trilero, pero como un trilero unido al vértice estadounidense.
Porque no todos sus ataques bajistas los publican, para así provocar la caída del valor bursátil de las empresas en su punto de mira. En el caso de la farmacéutica Grifols —y la todavía posesión de casi un tercio de las acciones por parte de la familia Grifols— Gotham sí ha lanzado el ataque al máximo nivel financiero y de difusión mediática. Pero no olvidemos que el principal fondo de inversión estadounidense —y mundial— BlackRock posee en Grifols el 3,9%, es decir, 150 millones de euros. ¿También pierde o se llevará la mayor tajada?
La absorción del Ibex-35 por Blackrock y otros
El dato clave más relevante para entender este juego del vértice estadounidense —aunque les animo a comprobarlo personalmente— es que BlackRock posee en Naturgy el 20,0% —la más reciente compra—, en Iberdrola el 5,4%, en Santander el 5,4%, BBVA 5,9%, CaixaBank 5,0%, Amadeus 5,2%, Cellnex 5,0%, Telefónica 5,0%, Repsol 5,5%, AENA 3,1%, ACS 5,8%, Redeia 5,0%, Sabadell 4,0%, Acciona 3,3%, Enagás 5,4%, Fluidra 6,2%, Merlin 5,0%, y Grifols 3,9%, que con Colonial 3,9% y Solaria 4,2%, totalizan las 20 grandes empresas de las 35 del Ibex en las que hay constancia pública de compra de acciones por parte de BlackRock.
Obviamente existen más inversiones extranjeras, mayoritariamente estadounidenses, en el mercado bursátil español. No es sólo BlackRock sino que los inversores internacionales poseen ya más del 50% del IBEX35; con una progresión, por ejemplo, de 14,5 puntos, en la economía española desde el 34,3% en 1999 al 48,8% en 2021.
BlackSpain, el agujero negro
BlackRock está en todo el Ibex35 —y Blackstone en el sector de la vivienda— y esta España ocultada es un agujero negro. Una BlackSpain, una España negra que no es española sino extranjera. Son los fondos financieros estadounidenses que absorben todas nuestras riquezas que pueden, y que ahora, cada vez, son más.
BlackRock —el mayor fondo de inversión del planeta— ya ha avisado al gran capital estadounidense que «España está en venta» y que el precio es barato. Larry Fink, que dirige BlackRock, ha afirmado que «España está infravalorada por los inversores mundiales. Es uno de los líderes en energía solar y eólica, pero tiene mucho más potencial».
Si Fink despliega tales comentarios laudatorios hacia la economía española —llamando a invertir en un país que «va a ser uno de los líderes en la transición energética, especialmente en la europea»— se debe a que, como el mismo se encargó de aclarar, «defendemos la inversión sostenible no porque seamos ecologistas sino porque somos capitalistas».
El agujero negro que chupa nuestra riqueza
EEUU se ha convertido en el primer suministrador de gas en España, sustituyendo al gas argelino. Hasta antes de la invasión rusa de Ucrania el gas estadounidense suponía solo el 14% de nuestras importaciones, ahora representa ya el 35,7%. Un gigantesco negocio, y una nueva forma de dependencia hacia Washington, que Larry Fink —efiende con uñas y dientes. En los próximos diez años se duplicará la potencia eólica instalada en nuestro país, y se cuadruplicará la de la fotovoltaica.
Tenemos un agujero negro —una BlackSpain— que determina nuestras vidas. El cada vez mayor control sobre la economía nacional por el gran capital extranjero —principalmente el de Estados Unidos— aumenta nuestra dependencia y multiplica el grado de atraco que estamos sufriendo la mayoría social española.
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