Ana Botín acaba de pronosticar un beneficio histórico para el Banco de Santander en el 2024: 12.000 millones de euros. El año pasado los cinco grandes bancos batieron récord de beneficios con 26.000 millones. Nunca habían ganado tanto. De ese dinero, 11.000 millones eran del Santander.
La señora Botín nos acaba de anunciar que este año, suma y sigue. Mientras en España 3,7 millones de familias con hipotecas a tipo variable están pagando de media 300 euros más al mes, 3600 euros más al año. «Tu Botín es mi crisis» decía el lema del 15-M y es difícil resumirlo mejor.
Frente a este atraco hay que redistribuir la riqueza. Esta es la alternativa, y es sensata y factible.
Redistribuir la riqueza no consiste en dar algunas e insuficientes ayudas sociales sobre la base de aumentar el déficit público. Esta política aplicada por el gobierno de coalición, de PSOE y SUMAR, no sólo incrementa la deuda sino que hipoteca el futuro del país y de los jóvenes.
Redistribuir la riqueza es recortar los ingentes y desproporcionados beneficios de los grandes bancos y monopolios; y poner ese dinero al servicio de elevar las condiciones de vida de la mayoría, y de generar nueva riqueza creando industria y ayudando al campo, a pymes y autónomos.
Redistribuir la riqueza no es un «brindis al sol», no es una propuesta general, es un programa concreto. Veamos un ejemplo. Ahora que los bancos tienen beneficios históricos, es el momento de que se devuelva el rescate bancario. Un rescate que se hizo con dinero público de todos los españoles y que según el Banco de España asciende a 101.500 millones.
¿En qué debería invertirse el dinero del rescate? En crear una banca pública que sirva para invertir en un plan de reindustrialización creando empleo productivo y de calidad. Una banca que también dé crédito en buenas condiciones para promover el desarrollo del campo, de pymes y autónomos.
Es una propuesta muy sensata. No puede haber nada más legítimo que quien ahora nada en la abundancia, devuelva el dinero que la sociedad le prestó. También es muy razonable que esto se invierta en promover una economía nacional, fuerte y productiva. Porque cualquier persona consciente entiende que este es el motor que garantiza buenos empleos. Y también es una política responsable y prudente, en función de que nuestro país tenga independencia para hacer frente a adversidades como la pandemia o a imposiciones exteriores.
En las próximas semanas, voy a presentarme a las primarias de Recortes Cero para las Elecciones Europeas. Y esta es una de las medidas centrales que voy a defender. No solo para España, para los países de la Unión Europea. En el conjunto de la UE la banca tiene pendientes de devolución, 400.000 millones de euros. Ni más, ni menos.
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