¡Vuelve la magia del cine!

Álvaro Boro

OPINIÓN

Así lucirá el nuevo cine del centro de Oviedo
Así lucirá el nuevo cine del centro de Oviedo

17 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Oviedo fue, en la segunda mitad del siglo XX, una ciudad que amó el cine; pero, poco a poco, fue perdiendo esta afición, esa santa costumbre de acudir a una sala oscura y vivir «una vida de repuesto», que es como Garci define el cine.

En 2007 cerraron los Brooklyn, arrancando las pantallas grandes del corazón de la ciudad y de los ovetenses, dejando huérfanos, abandonando a la deriva, a aquellos que no somos capaces de determinar si preferimos ver cine o hablar de cine, y que muchas veces soñamos, en un sueño remoto e inalcanzable, hacerlo. Ese adolescente que fui, y que fuimos muchos, se quedó no sólo sin un templo donde era feliz, nos dejaron sin el lugar donde tuvieron o iban a tener lugar nuestras primeras citas. Perdimos las salas a las que íbamos a ir de la mano de esa chica que siempre nos parecía la más guapa del mundo, de todas esas chicas que uno sólo había visto en las películas y luego sentíamos y pasearon a nuestro lado. El cierre de los Brooklyn supuso el final del cine en Oviedo, me niego a reconocer que los Yelmo de Los Prados son unos cines de la ciudad ni en la ciudad, esos engendros que son los centros comerciales jamás pueden ser Oviedo.

El cine resistió en las casas de los carbayones y gracias a la gran labor que hizo y hace Pablo de María en SACO y RADAR, contando las citas por éxito y programando al más alto nivel. Que siga su labor, y que los que mandan tengan en cuenta lo importante de la cultura para hacer barrio, para unir a los ciudadanos, para mostrar una marca solvente y una imagen sobresaliente de la ciudad. Todo suma y no podemos perder ese tren de ser capital cultural además de gastronómica.

«Oviedo amaba su cine, pero este no le correspondió», escribió Daniel Roig en este medio por enero de 2021. Pero esto va a cambiar con la apertura, la semana que viene, de los cines Embajadores Foncalada. Gracias a unos tipos que creen en el cine, en la cultura, vuelve a Oviedo la magia de las películas en pantalla grande. Reivindican el cine visto en sala, logrando un entorno en el que la comodidad de las butacas, la familiaridad del ambiente y la calidad de las proyecciones se den la mano. Espero y deseo que los ovetenses les apoyen, que las sesiones estén llenas y que nos demos cuenta de que la cultura es importante y engloba muchos planos, pero también es un negocio que emplea a muchas personas y no puede ser siempre gratis.

Como dice Jaume Ripoll: «El cine es una experiencia solitaria que se disfruta en compañía». Compren sus entradas y vayan: verán iluminadas las caras de felicidad con los destellos de la pantalla, oirán sus risas coquetear con las del vecino y volverán a creer en la religión verdadera de las películas.