La literatura del insulto

OPINIÓN

Vista exterior del Congreso de los Diputados.
Vista exterior del Congreso de los Diputados. MARISCAL | EFE

28 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy, un día más sesión de control al Gobierno. El parlamento en uso de la palabra. ¿Habla la voz del pueblo?

El parlamento, habla. Está en uso de la palabra. Esgrime uno y otro argumento: palabras retóricas, vacías, ausentes de contenido real.

Una tras otra las voces del pueblo suben al estrado, usan lengua envolvente de ruido, de literatura barata: cartas, epístolas, ópera, zarzuela, novela, poemas, sátira.

El argumento se queda expectante, mudo, no consigue la sonoridad propia del lugar y el acontecimiento.

De nuevo, insisten, con palabras huecas, propias de  una farsa, de un sainete, de una novela negra, de un poema machadiano cuando la guerra libra la batalla.

Sigue el turno en la tribuna, se lucen los padres de la patria “dispuestos” a buscar soluciones «reales», a los que diariamente se enfrenta el ciudadano de a pie.

Pero, ante la tribuna van consumiendo su turno los portavoces de los distintos grupos parlamentarios y si los «gritos»  de uno se condensan en la hojarasca erudición, los del otro  no le van a la zaga.

Y, la pregunta del millón revolotea en el ambiente. ¿Debajo  de esos colores penetrantes, detrás de esos fuegos de artificio, qué argumento sólido y consistente se esconde?: Nada, la nada.

Las hojas caídas de un bosque seco y viejo o de un olmo seco y herido por el rayo... y todo podrido. Machado fue más generoso, se quedo en la mitad…

La podedumbre y la hediondez hoy, en la argumentación parlamentaria no tienen cota de superación.

La literatura del insulto, se apodera de la vida parlamentaria y cada argumento, su eco se cuela en cada hueco de los medios de comunicación.