Unas oposiciones de «desestabilización»

Raquel López Murias

OPINIÓN

Oposición en Asturias
Oposición en Asturias

14 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede que a ti no te importe, Administración, pero este año ha sido para mí, muy, muy duro. No voy a entrar en detalles, pero si te digo que fue duro, es que lo fue. Y si quedaba algo por lo que luchar con ilusión y máximo esfuerzo, era por lograr mejorar mi nota como maestra, para poder ejercer con la misma ilusión con la que lo llevo haciendo todo el curso con «mis pájaros» de quinto de Primaria en Vegadeo. Sabía de sobra que esta oposición de estabilización, que bien podría llamarse de desestabilización, era una oportunidad única para quienes llevan años y años yendo solo a firmar la primera página, pero nunca o casi nunca optaban por luchar el examen. No entendía yo el porqué del asunto, pero ya me lo has demostrado tú a mano abierta, expulsándome de un proceso porque olvidé poner el número 12 (mi tema elegido) en las cuatro páginas que solicité a mayores de las seis dadas en un inicio. ¿Para qué arriesgarse a cometer un absurdo error de forma que te liquida de por vida? Pues si fuese ahora, yo también hubiera optado por ir a firmar y para casa. Tan tranquila. Mi puntuación me permitía (hasta ahora) trabajar desde la primera o segunda convocatoria en la escuela rural, en esas alas a las que nadie quiere ir y donde mejor se desarrolla, enseña y aprende un maestro de escuela.

Al caso; somos al menos cuatro las personas que hemos quedado excluidas del proceso como «no presentadas» por olvidar la numeración del tema en alguna hoja. Asumimos el error, lo decían las bases. Pero vaya usted a saber qué sentido tiene que una persona que escribe 21 páginas y las lee delante de un tribunal que no le dice ni mu, no advierte ningún error, consta ahora como «no presentado». Fuera de la oposición y además, fuera de la lista de interinos. Inhabilitación durante al menos dos años y obligadas a aprobar sí o sí en próxima convocatoria y sin poder aportar otras puntuaciones de procesos anteriores, aunque hayamos tenido un notable, como fue en mi caso, hace cuatro años. ¿Quién remonta esto? ¿Quién defiende ahora con dignidad en las aulas que hay que luchar por un mundo más justo? ¿Quién mira a la cara a esos peques que sueñan con ser astronautas, ganaderos o radiólogos y les dice que lo que importa en la vida es el contenido? ¿Quién les dice que la empatía y la salud mental son vitales para poder vivir en consecuencia y que lo normal es lo diferente?

Siempre he sido despistada, lo soy; mis alumnos lo saben, y por eso compartían conmigo los bolis o las gomas y yo con ellos. Y siempre les he dicho que la vida va de ser buena persona, de ser educados y de sobre todo saber rectificar. No hay nada más honesto en esta vida que aceptar un error, pedir perdón y también saber perdonar.

Podré perder las llaves de casa una o dos veces a la semana, pero siempre tengo quien me guarde una copia. Puedo equivocarme en el formato, pero jamás en la forma, porque baso mi vida en centrarme en lo importante.

El acuerdo de interinos firmado en 2014 nos echa a la calle y no entendemos como los sindicatos no se reúnen con urgencia con la Consejera para que podamos seguir siendo lo que somos, maestras. No pretendemos quitar las plazas a nadie, aunque sabemos que hay muchos tribunales que en el momento de la entrega solventaron errores como el nuestro y otros lo pasaron por alto. Mi respeto a quienes como docentes aplicaron la justicia y la sensatez.

Pero que alguien nos diga qué sentido tiene liquidar el expediente de méritos a quienes llevamos años estudiando, formándonos y opositando. ¿Ese es el ejemplo que queremos dar a nuestros niños y niñas? Yo, no. De poco valen las buenas intenciones, los niños aprenden de lo que ven. Y a vuestra profe la encontraréis luchando y si hay justicia, será en una escuela.