Razones para el 8-M

Úrsula Szalata RESPONSABLE DE IGUALDAD DE CCOO DE ASTURIAS

OPINIÓN

Cabeza de manifestación del 8M en Gijón
Cabeza de manifestación del 8M en Gijón Alberto Morante

07 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Las mujeres sabemos bien que sigue habiendo motivos para movilizarse, como haremos este 8 de Marzo en Gijón, junto con el movimiento feminista asturiano, del que forma parte Comisiones Obreras. Y lo haremos con el lema «Avanzamos imparables». Porque así es. Aunque nos quede mucho camino por delante, ha sido enorme el paso que hemos dado hasta aquí. Y no hay vuelta atrás.

Lo hacemos también portando el testigo de las muchas mujeres que nos precedieron en la lucha, las compañeras que abanderaron las reivindicaciones laborales y civiles durante tantas décadas, en todos los sectores, en circunstancias a veces enormemente adversas.

Pero hay razones para volver a las calles este 8M. Ahí tenemos la violencia machista, que nos maltrata, nos humilla y nos golpea hasta la muerte. Que lo hace también con nuestras hijas e hijos. Una violencia intolerable que es negada por una extrema derecha que no entiende que no hay democracia sin respeto. Que no hay democracia sin igualdad.

Y hablamos también de las desigualdades e injusticias que nos encontramos en el mercado laboral. Porque a pesar de los avances indudables de estos últimos años (actualmente, en nuestro país hay más mujeres empleadas que nunca: somos más de 10 millones de mujeres trabajando, el 46% de la fuerza laboral) hay brechas incuestionables. En el caso concreto de Asturias, nuestra tasa de actividad (del 47,68%) continúa lejos de alcanzar la masculina (55,56%), una brecha que se explica en gran medida por los cuidados.

De hecho, de las 85.600 personas clasificadas como inactivas en Asturias, debido a que realizan labores del hogar (tareas que incluyen la atención de niños y niñas, mayores, personas enfermas o con discapacidad), un 89,3% son mujeres (76.400), según recoge un informe que acaba de elaborar nuestro sindicato.

El paro también está más extendido entre nosotras: 11,07% frente al 9,23% entre los hombres. Y soportamos mayor temporalidad en el empleo: el 21,5% de las asalariadas asturianas tiene un contrato temporal, frente al 13,4% de los hombres. Y no menos importante es la gran incidencia del empleo a tiempo parcial: el 20,7% de las asturianas trabaja a tiempo parcial, frente a apenas un 5,5% de los hombres, una brecha determinada por la asunción de las tareas de cuidados.

Acabar con la parcialidad femenina involuntaria desde la negociación colectiva o mediante alguna norma, así como revisar los criterios de asignación de valor del trabajo que se traducen en complementos mayoritariamente masculinizados son retos urgentes para el feminismo sindical de CCOO. Aunque se ha reducido considerablemente, la brecha salarial de género (del 24,3% en Asturias) representa una desigualdad inasumible. Y para acabar con ella es imprescindible un pacto de cuidados, y que las empresas y los hombres asuman su parte de responsabilidad en esta meta, a la que toda la sociedad llegaría ganando.

El trabajo sindical realizado está permitiendo también reducir la enorme brecha en las pensiones (en Asturias la brecha de género en las pensiones contributivas es del 69%), pero aún debemos avanzar para conseguir la paridad y acabar con las múltiples desigualdades.

Como sindicato feminista, CCOO pretende que su activo sindical se construya como un cordón de seguridad frente al acoso sexual producido en el trabajo y en torno al mismo. Porque sobre las mujeres víctimas de violencia no debe caer la responsabilidad de contarlo, este sindicato ha asumido esta tarea, mediante el Observatorio de Acoso Sexual y por Razón de Sexo.

En este 8 de marzo queremos aportar una vez más nuestro esfuerzo sindical al movimiento feminista para que juntas y unidas seamos más fuertes y combativas en el objetivo de acabar con el orden patriarcal y alcanzar la equidad. Juntas y unidas no cejaremos en nuestro empeño de poner fin a todas las violencias machistas, las múltiples discriminaciones laborales y la falta de autonomía y libertad.