El preámbulo sobre el rey sobraba. El monarca está por encima de las luchas partidistas, que es de lo que iba la caída al fin de Mazón. Las explicaciones llegaron tarde, mal y a medias. Se saltó lo fundamental. No pronunció el verbo dimitir. Bate récords. Se va un año después, en diferido y sin aclarar sucesor. Se queda como diputado, o sea, como aforado, por el pánico fundado que le tiene a la jueza de Catarroja. La rueda de prensa más esperada fue un fraude. El esperpento del PP del domingo es inexplicable. ¿Cómo puede anunciar Cuca Gamarra una llamada telefónica al final de la mañana para un asunto que hoy sigue sin resolver? ¿Nadie les enseñó que no se anuncian llamadas telefónicas ni soluciones a problemas que están vivos? Que hoy siguen vivos. Tuvieron a los medios de comunicación pendientes siete dominicales horas para nada. ¿Quién va a ser president, Llorca, el que quiere Mazón, o la alcaldesa de Valencia, Catalá, la que promueve Feijoo? Otra pregunta tras escuchar a Mazón: ¿qué es diferente hoy —doce meses han pasado— al día de autos en el que estuvo desaparecido para no haber dimitido entonces? Quedan demasiados flecos en el aire. Cierto es que el PP no tiene mayoría y, al optar por la vía de no convocar elecciones (por el palo que se podían llevar si van a urnas), está en manos de Vox para sacar adelante al candidato que propongan para la investidura.
Ha sido todo un disparate desde el minuto uno. Dice Mazón: «Ya no puedo más», como en la canción. Pues imagínense a los que perdieron a sus padres, hermanos, hijos. Mazón, usted no es la víctima en ningún caso. Es el responsable de lo que le sucedió a las víctimas. El PP va a seguir pagando en votos la tragedia de la dana al cerrar esta crisis en falso. Menudo discurso. Escucharle fue una tortura. Lo único bueno es que deja de ser presidente. Lo peor es que se atrinchera como diputado. Los poderosos siempre se protegen entre ellos. Tres horas después habló Feijoo y fue más de lo mismo. Tras zurrar a Sánchez por la degradación de su Gobierno, no completó los puntos suspensivos de Mazón ni respondió a los interrogantes inmensos que quedan sobre la mesa. Nos irán colando las respuestas poco a poco. Este país se merece otra manera de actuar. Dicen que en Valencia hay muchas familias políticas, que el PP valenciano es ingobernable. Que siempre fue así. Recuerden que Rajoy salió vivo de un congreso allí. Pero esa guerra de guerrillas interna no la pueden padecer los ciudadanos. Mazón fue el primero que hizo sufrir a Feijoo, cuando pactó con Vox antes de la campaña de las generales. Y Feijoo ha tardado en liquidarlo. Encima lo ejecuta sin todas las respuestas. Con una hoja de ruta de la que no dio ni una pista y que va a ser un caos. Mazón presentó en registro su dimisión. Empiezan a correr los plazos para la investidura, ¿de quién? No es que el president se vaya en diferido. Es que se va a cámara lenta. La periodista Vilaplana dijo ayer en su declaración ante la jueza que Mazón no tenía prisa y que se despidieron hablando de fútbol. Ahora entiendo la ausencia total de emoción en su ¿adiós?, su cara de cemento armado.